Se me olvidó decirle lo mucho que le quería. La verdad es que vivió como un rey. Y cuando murió tenía once años y medio. Estoy jodido.
lunes, 3 de diciembre de 2007
domingo, 2 de diciembre de 2007
MIRA QUIEN HABLA.
No había tenido la desgracia o la casualidad de que me pasara nunca. El caso es que en Morir Todavía comparten reparto Robin Williams y Kenneth Branagh y para evitar confusiones al segundo le han mantenido la voz del mismo actor de doblaje y al segundo le ha tocado en la lotería de las decisiones brillantes que sea Robert de Niro el que hable por él. No sólo el doblaje es malo en sí mismo. A veces produce monstruos como éstos, a medio camino entre la sorpresa y el fastidio ridículo que uno no sabe con certeza como interpretar. Si como un guiño cinéfilo del inglés (otro más) a el genio del suspense. O un truco más de guión que tiene que ver con las muchas capas que se esconden en su argumento y se resiste a mostrar el asesino debajo del último giro o la careta que lucen cualquiera de sus protagonistas. Branagh copia al de De Palma que imita a Hitchcock. Y debajo de la presencia de aquél, uno espera ver aparecer a Tom Cruise en una moto, pegando tiros, quitándose la careta.
sábado, 1 de diciembre de 2007
¿DONDE ESTÁS, MERCEDES?
La tarea de buscar piso es dura de cojones. Ayer acompañé a Pablo todo el día. El sentimiento de frustracion pronto supera el de la angustia que te produce comprobar que los precios de la primera inmobiliaria no son más altos que los de la segunda y que ésta hace buena los que vienen después, que pensabas inocentemente que ya no se podían superar, cuando comienzas a levantar las alfombras de los estudios de treinta metros y la necesidad te empuja a rebuscar debajo de los anuncios clasificados más cutres. La situación está jodida. En la desgracia el mercado genera un tejido bacterioso que se alimenta de la desesperación y siempre encuentra razones para ser optimista incluso ante los motivos más tristes. De uno de esos microorganismos unicelulares salía un morito, iba descojonándose de risa, advirtiéndonos a voces de lo que comprobaríamos después. Una lección de modernidad. Ahora hay agencias que esperan a ver 250 euros sobre la mesa para ponerte en contacto con los propietarios de los pisos, que es una manera de no mover un dedo si no hay indicios de responsabilidad y de racionalizar el cachondeo. Porque claro, nada de sacar el contrato de allí para echarle un vistazo en casa, con calma y con las gafas de ver de cerca. Y las cuentas, como siempre, a Juan Ramón Lucas y al Maestro Armero. Devuelveme mi señal, pedazo de hijoputa. Dónde está Mercedes Milá cuando la necesitas?
jueves, 29 de noviembre de 2007
ACORRALADO, PRIMERA PARTE.
A las medidas urgentes del gobierno se les responde con otras desesperadas que no dejan lugar para la meditación y el cálculo, ya lo siento, no entienden del meollo social de todo esto y sólo reaccionan ante un gesto hostil, una caricia o una declaración de guerra de la misma manera que pueden, sacando la infantería y dándole un toque a Johny Rambo para que recupere su parcela de protagonismo y se convierta en el portavoz del asunto, un interlocutor válido, como se dice ahora, que no siente los fregaos de tanto patearse campos de prisioneros y haber sobrevivido a mil guerras como ésta y más crueles.
Se acabaron las cuantías para las cancelaciones. Pero la venganza será tremenda, tan grande que maldita será la hora en la que se le ocurrió a Solbes el invento. Se acabaron también las limosnas, perdonar liquidaciones de gananciales, afianzamientos o bases arancelarias por el simple hecho de evitar una sensación que el ministro me acaba ahora amigablemente de ahorrar, sentirme mal, el abusón repetidor de la clase harto de robarles los bocadillos a los niños más pequeños y de hacer el vago. Llega Aranceleitor.
martes, 20 de noviembre de 2007
LA RECOPILACIÓN DEFINITIVA.
Las despedidas son siempre el preludio de una cadena de acontecimientos que en una dimensión temporal se las apañan fatal para conjugar el presente simple o el futuro perfecto y no tienen complejos en justificarse detrás de la primera sombra de gloria con la que se tropiezan, ya sabes, el círculo que se cierra o las canciones inéditas que sólo encuentran sentido en el recopilatorio de treinta y cinco temas conocidos y tarareados hasta el espasmo, todo vale, cualquier óbito merece rastrear los últimos beneficios que luego se van a dejar de producir. Es lo que pasa con todos. Y así se escribió la vaina desde los romanos, de los Beattles a Juanito Valderrama, de Mecano a Pavarotti. Por eso acojo la noticia de la disolución de La Oreja de Van Gogh con la lógica cautela que escapa del triunfalismo y la euforia y sólo tiene orejas para lo que nos espera de aquí a veinte años, todo junto, como el reportaje que contempla la boda unida al embarazo y este a la separación, que ya se encargaran los ejecutivos de BMG de administrar desaforadamente la última dosis, la gira de despedida y la del reencuentro, los respectivos proyectos separados o el recopilatorio de las navidades. Que aun hay tiempo.
domingo, 18 de noviembre de 2007
POR CUATRO HOJAS DE LECHUGA.
No recuerdo bien cuándo fue la primera vez que pisé GINO´S. La llegada de los centros comerciales a aquella civilización fue recibida entonces como la del hielo a Macondo, era algo inaudito manejarse entre tanta oferta que luego te das cuenta que el propio tiempo te lleva a depurar. Me acuerdo mejor de otras cosas, la primera carta, de aquellas tardes de los sábados o del tamaño exacto de sus raciones. Luego conocí otros mundos del mismo sistema solar. Madrid, Zaragoza, Valladolid, Vitoria o Barcelona. Y ahora algo falla. La ensalada cesar se ha reducido a la mitad. Pero los precio siguen subiendo. Y me jode que los contables de esto sean quienes adivinen mis apetencias, calculen mis ganas de comer y se permitan anticiparse al resto de mis decisiónes. Porque no se les debería de olvidar que al final de todo el proceso soy yo quien tiene la última palabra y la sabia posibilidad de mandarlos a tomar por el culo cuando me canse de soportar lo evidente, que no me chuleen más, y de asistir al nuevo plan de ahorro que cambia los palitos por aceitunas y pretende escatimarme cuatro hojas de lechuga como si les fuera la vida en ello. Que a lo mejor. Ratas.
viernes, 16 de noviembre de 2007
SERPIENTES EN EL AVIÓN.
Se dicen muchas gilipolleces. Tantas que algunas le hacen a uno coger ganas de espolear al imbecil hasta la extenuación, a que no decaiga en su empeño de perfeccionar el arte de su estupidez, la última rallita, el nuevo chiste, hasta conseguir que todos le rían sus gracias o termine estrellando el avión contra un colegio de preescolar, un campo de futbol o el edificio de Apple en la quinta avenida. La última que he leido es que hay que estar drogado para apodarse de esa forma, ignorando que Melendi es un apellido de los montes de Areñes y que sus ancestros no creo que participen de sus juergas ni tienen que ver con lo que haga el chaval.
Es la misma canción de siempre. No hay forma de que le dejen a uno tranquilo sin tomar partido por el tonto del pueblo, arrimarse al grupo de macarras y cogerle cariño a la última víctima del que aun es más tonto que él. Que les den a todos. A Melendi, una buena zurra. Pero a los otros, que no se piensen que se pueden ir de rositas, la canción que le compuso a Fernando Alonso.
sábado, 10 de noviembre de 2007
TENEDORES POR CAMIONES.
Algunas veces las guías deberían de valorar más el lado práctico del asunto y unir a ese ánimo sistemático que les pierde un punto de vista un poco más util y llamar a las cosas por su nombre. Comenzar a rebautizar los restaurantes y hablar de esos sitios de paso perdidos en medio de alguna nacional que pasa camino de un punto intermedio de ninguna parte como se merecen. O simplemente, buscar un lugar para ellos y prever imprevistos, viajes que comienzan por autopistas y se concluyen sin prisa en el sitio más inesperado adónde no llegan ni los freelanders ni la última pincelada del gourmet que sale de casa en zapatillas. Se me ocurre una forma. Hace unas semanas he conocido uno de esos, en plena Arratia, en la circunvalación de Villaro. Son sitios que merecen la pena. Despachan cien comidas a la hora, tiene un aparcamiento de cuatrocientos metros cuadrados y vete con prisa, que te buscan mesa y te cobran diez euros en menos de cuarenta minutos. Comienza, por ejemplo, cambiando los tenedores por camiones.
jueves, 8 de noviembre de 2007
REGRESO A BARRIO SESAMO.
Una de Barrio Sésamo, vamos a ponernos pedagógicos, y a explicar con un sencillo ejemplo la diferencia entre las distintas formas que tiene de comportarse el ser humano y cuál es su lugar exacto en el mundo, a dónde ha llegado la evolución y a qué parte concreta se disparan las posibilidades que hoy tiene de actuar, de realizarse como hombre por medio de sus actos o cuantas de hacer el imbécil le pueden llevar a ser portada de actualidad. Porque tantos siglos de conquistas y el resultado final es lo que permite a un zoquete lo suficientemente informado por una educación costeada por todos de lo que es una amanita faloide se la pueda comer sin problemas, como primer plato de un menú que incluya la curiosidad y la decepción posterior por comprobar finalmente que era verdad todo lo malo que decían de ella.
Luego está lo otro, lo de Tommy Haas, a quien parece ser que las setas o algo parecido se lo suministraron por el mismo cauce reglamentario por el que la libertad de unos choca siempre con la de los que ya se encargan de decidir el menú y los planes quinquenales, de evitarnos molestias. Son formas de decidir.
martes, 6 de noviembre de 2007
LA VIDA Y NADA MÁS.
Cuando me quiero poner triste lo tengo fácil, siempre acudo a los discos de Mus. En la campaña de promoción aseguran que el último no lo es tanto. Pero yo no veo el giro al cachondeo por ninguna parte ni adivino intención de convertir aquello que antes era un funeral en una fiesta, así que insisto con ellos. Y lo uno me lleva a lo otro. Y el deseo antecede al temor que me produce escuchar algunas de aquellas canciones, integrarlas en su contexto o imaginar cómo fueron gestadas, el proposito o el impulso creador, Fran Gayo o Lluz Divina, los mineros de Spielter o la Memoria inexacta del carnaval que recordó Xuan Bello. En las ensoñaciones siempre hay un lugar para invocar la nostalgia y un sitio entre las tinieblas para tropezarse con las caras de la gente mayor, los abuelos, todos los que hace tiempo dejaron de estar con nosotros y a los que uno pone cara junto a tal o cual historia que un día nos empezaron entre vacilaciones machaconamente a contar.
Y eso le está pasando ahora a mi novia. Que mira para otra parte y rechaza mis consejos sin saber que el dolor aun no le ha permitido fabricar un hueco al olvido y que todavía es pronto, pero no desesperes, llegará el día en el que para recordar lo desgraciada que fuiste y refrescar aquellas lágrimas acudas a los primeros discos de Mus y maldigas el día en el que sin enterarte ellos ya se habían separado.
Y eso le está pasando ahora a mi novia. Que mira para otra parte y rechaza mis consejos sin saber que el dolor aun no le ha permitido fabricar un hueco al olvido y que todavía es pronto, pero no desesperes, llegará el día en el que para recordar lo desgraciada que fuiste y refrescar aquellas lágrimas acudas a los primeros discos de Mus y maldigas el día en el que sin enterarte ellos ya se habían separado.
lunes, 29 de octubre de 2007
ALONSO, UNA TREGUA.
Tengo la sensación de llegar tarde al debate y de coger los cuernos del toro a la altura de la antitesis hegeliana que precede a la conclusión definitiva desde donde presumiblemente vería las cosas más claras. Porque lo que toca ahora es compadecerme de la mala suerte del chaval y pasar por alto todos sus defectos, empequeñecer su soberbia, quitarle importancia a su atrevimiento o ver en su forma de pecar una virtud más que le haga merecedor de este tipo de actos. Hace unos meses, hubiera escrito pestes de Alonso y suplicado porque alguien, Ron Dennis o Hamilton, le diera un escarmiento. Todo era mentira. Como un simple mecanismo preconcebido para distanciarme de la estupidez masiva y no participar conscientemente de la rabieta estúpida o del brote patriotero ese que germinaba en las sidrerías. Pero primero fue mi padre. El deseo de complacerle, quiero decir. De verle pasar un buen rato. Y luego, la acumulación de desgracias. Entiendo lo suficientemente poco de Formula 1 como para reconocer evidencias tan claras como éstas. La sinrazón que lleva luego a rendir pleitesía a Alonso o a afilar las armas para el año que viene me trae sin cuidado.
domingo, 28 de octubre de 2007
LIGUILLA DE OCTAVOS.
Cuando la copa de europa aun conservaba su digno nombre y el Marca y el As no costarían más de 50 pesetas, alrededor de 1.984, los seis mejores equipos del continente jugaban cada jueves disputándose un puesto en la final que luego proclamaría por el mes de abril cual de aquéllos equipos era el mejor. Aun no había final four, liguilla de cuartos ni cabezas pensantes que se anticiparan un segundo al más hábil de los organizadores para decidir que mucho mejor que ver enfrentarse a los mejores jugadores era preparar para el mes de octubre un cuadro de competición tedioso donde el tercer clasificado de la liga francesa también debiera de tener su oportunidad. Luego aterrizaron los campeones de la liga polaca, el torneo cambió media docena de veces de nombre y pronto desmintió a los que vaticinaron otras tantas veces que aquel sistema de enfrentamientos fuera el perfecto y el CSKA de Moscu comenzó a nacionalizar jugadores americanos y a blanquear el dinero procedente de actividades ilícitas fichando extranjeros. Y no sé si el sistema anterior era perfecto. Lo que tengo claro es que el actual me parece una mierda. Lo pensaba cuando veía al Madrid hacer la rueda calentamiento en la cancha del Fenerbahce y saltar al campo con una camiseta de color azulado parecida a la que recuerdo de aquellos días. De ventipico años en adelante, ya ves, sólo el color.
viernes, 26 de octubre de 2007
EN EL VIENTO.
Trato de colocarme en el pellejo de Rendueles o de Graciano García, que son los que puedan sentir como propio el desprecio y tal vez caigan ahora en la tentación de ponerse en el mismo lugar desde el que yo despaché excusas hace un mes, y no soy capaz de encontrar explicaciones que me dejen más tranquilo. Eso había dicho que eran las excusas, una ventana en el coste de oportunidad que lo justificaba todo. Y cada nueva pregunta me lleva ahora a cuestionarme dos respuestas con las que ya pensaba haber resuelto definitivamente todo. No estoy seguro de qué provoca la excusa. Uno se enfrenta siempre al desenlace y se pierde los motivos que desembocan en algo tan inasible y tan difuso, un territorio de treinta y tres metros cuadrados donde pueden convivir en alquiler Ronaldo, mis mejores amigos o Bob Dylan.
Reivindico el papel de la excusa como mal universal y aprovecho para quitarle un poco de gloria al mismo Dylan que tiene motivos para denegar la invitación de los que encuentran en el reconocimiento social los nobles motivos para bajarse hasta los tobillos los pantalones. Qué asco de mundo. Busca la respuesta mirando al cielo.
martes, 23 de octubre de 2007
QUE NO SEA KANG, POR FAVOR.
Y si por casualidad alguien oyera esto: productores, exhibidores, distribuidores, programadores, guionistas y quienes busquen en esto de las películas algo más que una simple forma de ganar dinero. Que se enteren bien. Que lo sepan de aquí en adelante, dudo que les importe mucho, de una puta vez. Que estoy hasta los cojones de las películas de fantasmas, de los fantasmas de buen corazón, un poco traviesos, de esos que cuando se cargan a alguien lo hacen sin querer, como simple respuesta a un impulso aun más fuerte que sus verdaderas ganas de agradar y caer bien, son buena gente los espíritus, y de los fantasmas en general, alojados en caserones, hospicios, casas de aldea, conventos, colegios laicos o religiosos, castillos, edificios palaciegos, criptas, o monasterios restaurados y convertidos en paradores de cinco estrellas. De todos ellos estoy hasta el moño. Y hasta las pelotas de Belén Rueda.
lunes, 22 de octubre de 2007
LOS TREINTA Y TANTOS.
Entre LA BUENA ESTRELLA y BIENVENIDO A CASA hay diez años de distancia y un breve sendero hacia la madurez que han obligado a David Trueba a ir separándose progresivamente de sus inquietudes de adolescencia y a llevarse a cuesta sus problemas, como el que encarga una mudanza, de la pubertad a la treintena, y replantearse objetivos: nuevos temores, nuevas inquietudes y las mismas caras de siempre para amplificar el discurso, Jorge Sanz, Ariadna Gil o Echanove. Que todos somos diez años más viejos y los problemas primero crecen y luego se transforman. Como si Jorge Sanz no tuviera bastante con mirarse al espejo y encima tuviera que contemplar como espectador su fracaso y soportar una paternidad añadida que le recuerde sus primeras películas en un tiempo pluscuamperfecto del que nadie se acuerda.
Hubo una época en la que todo eran risas y cachondeo, Bill Murray se lo pasaba pipa con los albondigas y la gente celebraba sus cumpleaños ajena a la tormenta que aun le esperaba. No sé si aquello me gustaba más. Tampoco me imaginaba que los que hacían entonces las películas fuera a contemplar el envejecimiento como una etapa del proceso de creación y a revelarse contra el paso del tiempo. Que visto así, casi prefiero a Jorge Sanz entre los albondigas y a Bill Murray tirándose el folio, cada uno a su manera.
domingo, 21 de octubre de 2007
UN BUEN VAGO.
Después de pasarme toda la semana montando mi nuevo chiringuito necesito tomarme un respiro y olvidarme de proveedores, informáticos y decoradores. Mi única duda consiste en saber si el día de autos va a ser sólo eso, un día, o si me decidiré a prolongar un poco más la celebración y continuar por mi cuenta con los festejos correspondientes: el desfile, los fuegos artificiales, un besamanos en condiciones, expedientes al cubo de la basura. Vamos, a tocarme bien los cojones en preparación del año que empiezo. También es verdad que escribir esto no es incompatible con mi calendario de actividades, como tampoco otras muchas cosas, que tampoco dicen nada del ayuno, de la final del Master Series de Madrid o discriminan puntualmente cada uno de mis movimientos de aquí a que me descongele, que casualmente soy yo quien finalmente decidirá su duración, como hice con su inicio, y su termino. Ser vago es eso. Dueño de los actos propios y reponsable de los cadaveres que se quedan felizmente en el camino. Después de hacer el vago durante dos años pido a quien sea que me permita renovar la licencia para poder seguir ejerciendo.
sábado, 20 de octubre de 2007
DOS KILOS Y MEDIO.
Antes de que todo el mundo se lance a buscarle parecidos, yo creo que a quien de verdad se da un aire es al pivot aquel que jugó en Toronto Raptors varios años y que era tan malo, creo que era Keon Clark. Tiene la cabeza grande y es calvo. Ni a papá ni a mamá. Luego vendrán las adivinanzas, lo que sugieren las estrellas y lo que todos le deseamos a la angelita, que sea formal, una tía estudiosa, que vuelva pronto a casa y que termine trabajando como registrador de la propiedad o algo así, que se gane bien la vida. Para el que se haya tomado la molestia de no darle demasiadas vueltas a la decisión, aqui está la nueva hipoteca blue facil de BBVA, a cincuenta años, tipo variable y sin posibilidad de amortización anticipada para consolarse con lo que acaba de hacer y alguien, el director del banco o el Notario, le explique el crimen que termina de perpetrar. Para Juana y Miguel es otra cosa. La putada de no poder elegir tu filiación aquí no lo es tanto. Vas a tener unos padres cojonudos y encima vas a poder ir a la playa caminando, a cincuenta metros de casa. Me cambiaba por ti. Felicidades Miguel
viernes, 19 de octubre de 2007
LA ESTRELLA ES EL ANESTESISTA.
Son las cosas que tiene el estrellato y los caminos inexcrutables desde los que a veces uno puede acceder, que no están a la vista ni conviven con la razón o la más elemental de las normas del sentido común, razón por la cual afortunadamente la popularidad no tiene nada que ver con el prestigio o el reconocimiento social ni nada por el estilo y Guti o el último ruso lateral suplente de la Real Sociedad pueden esperar sentados a que alguien normal reconozca sus méritos antes que el apodo que les permitió jugar en primera o triunfar.
El rugby andaba huerfano de lo primero. He visto jugadores muy buenos en los últimos años pero ninguno apuntaba más alla de la veintidos del rival ni tenía el pelo tan largo como Sebastien Chabal. Unas veces el acierto consiste en afeitarse la cabeza. Otras, todo lo contrario. Por eso es tan caprichoso el destino. El mismo Chabal se hartó repartir mamporros en la segunda linea con el pelo corto ignorando que de haber dejado melena primero hubiera multiplicado sus contratos sin salir del banquillo, que es desde donde ahora mismo contempla asombrado pasar fugazmente la gloria con la que nunca soñó, dicen que es un tío muy tranquilo, esperando pacientemente a que la misma moda de la que ahora vive apunte en otra dirección y los periódicos se cansen de él. Es el anestesista.
martes, 16 de octubre de 2007
ESO DEL RESPETO.
Está muy bien eso de pensar diferente. Pero lo que de verdad me parece una faena es la posibilidad que tienen algunos de ampararse en esa pluralidad ideológica para combatirla y limitar la libertad de pensamiento como parte de una postura que defiende eso precisamente, tocar los cojones y enarbolar la enseña de una tolerancia imaginaria que no se creen ni ellos mismos cuando con asiduidad la ponen en práctica. Uno empieza a cansarse de perfeccionar el ideario con las razones que me llevaron aquí y de comprobar a cada respuesta la misma reacción. El problema vasco es sólo una excusa, como lo es también mezclar esto con la política o lamentarse al ver en lo que la política ha quedado reducida. Porque yo aquí sólo veo una cuestión de educación que tiene que ver más con la tolerancia y el respeto. Con las ganas de fastidiar. O de hacerse fuerte bajo la pertenencia a un grupo que comparte las mismas siniestras ideas, no vaya a ser que el raro sea yo, que me den en una pildora cada mañana mi ración de pensamiento.
Y todo eso lo pensaba este fin de semana, mientras me hartaba a negar que mi familia ni yo tuvieramos que ver con Fidel Castro, los comunistas, el nacionalismo vasco o Bin Laden. Me miraron con desconfianza, buscaron en mis bolsillos y con desconfianza me dejaron ir tranquilo.
viernes, 12 de octubre de 2007
TOCAPELOTAS.
Empieza el Master Series de Madrid y como suele ser habitual por estas fechas la portada es para las mismas recogepelotas de todos los años, gracias a las cuales, por otra parte, la mayoría de los medio dan cancha al comienzo del Master Series, que, por lo que sea, debe de inetersar bien poco. Al que le parezca mal siempre le queda el remedio típico que se prescribe cuando la situación es tan delicada que no queda en el centro de salud de tu barrio lugar ni tiempo para las curas. Rascarse a gusto, montar tu propio Master Series paralelo con un organigrama federativo en el que no haya hueco para Manolo Santana y ninguno de los tiburones de Hugo Boss para calentarte el tarro. O cambiarte de planeta.
El único remedio que nos ayuda a digerir mejor la estupidez o el absurdo es combatirlo desde el desdén y la ignorancia y atrincherarse en el desengaño. Todo lo demás, juzgar con lógica semejante disparate, es contribuir a racionalizar un sinsentido que sólo así adquiere verdadera carta de naturaleza, entre portadas de periódicos y sesudos debates que se empiezan cuestionando si el tema es sexista, y terminan con el mismo menú de siempre, de dónde viene el hombre, hacia dónde va, año tras año.
miércoles, 10 de octubre de 2007
CANAL NOSTALGIA.
Entre mis infinitos recuerdos por saldar aun tengo uno pendiente en el que adivino al cantante de Tommy Crimes (creo que era Charly) acercarse a su tienda de discos favorita para hacerse con el penúltimo de Buffalo Tom. Ahora que todos han abandonado el barco, me pregunto cuánta realidad quedara solidificada en mis deseos y hacia dónde habrá escapado Charly, qué habrá pasado por su cabeza al volver a ver en las estanterias a los de Boston, que no habrá dejado de enterarse, han vuelto, con quien compartirá lugar en la colección el THIRTEEN EASY PIECES, o hacia qué parte del mundo habrán volado todos aquellos proyectos y esas ganas de destacar con las que se levantó un día de la cama e imaginó ser como ellos.
Ahora ya nadie toma de referencia a Bill Janovitz porque la generación que puede permitirse el sueño de convertirse en una estrella llega a la fiesta quince años tarde para conocerlo y el tiempo y las modas imponen otro tipo de espejos en el que los que se reflejan solo escuchan post-folk y desayunan a las dos de la tarde con Iron Wine o Cocorosie. Es nostalgia si uno le pide un recuerdo a una canción. En los demás casos, es simplemente cuestión de gustos.
sábado, 1 de septiembre de 2007
EXCUSÁNDOME.
Voy a tener que decidir y renunciar a un boroñu y a una caja de sidra que me está esperando sólo por saltar al campo con esta gente. Ahora entiendo a los que buscan la felicidad a través de un camino de excusas tan nobles como ésta. También es otra forma de juzgar a las personas. A algunos se les conoce por sus faltas. Habrá quien vea en la manera de escapar de un compromiso otra formula más de conocimiento, como la que analiza la obra del pintor, los síntomas del enfermo o los hábitos alimenticios de un animal de granja, una secuencia de comandos que siempre conducen dando vueltas al mismo punto.
Estos días he tenido excusas para dar y regalar y las he tenido que despachar a todas con el mismo desdén. De acuerdo, todas son distintas. La del perezoso, la del jeta, la del pusilánime o la del hijoputa. Está el que te llama a primera hora de la llamada, con la esperanza de encontrarse con el movil desconectado, y el que no se atreve a llamar. Pero al final siempre es lo mismo. Detrás de cada razón inexcusable o cada motivo de muerte está el mismo boroñu, la misma orgía carnavalesca o el dictado de hacer lo que me sale de los cojones que lo justifica todo. En tantos siglos de historia las variantes que terminan el cuento no son ilimitadas. A todos ellos, muchas gracias.
miércoles, 29 de agosto de 2007
ELLOS TAMBIEN MUEREN.
No conocía a Antonio Puerta. Ni mucho ni poco. Les he perdido el rastro a las estrellas hace ya unos años por culpa de los cromos que dejé de coleccionar y el reflejo informativo de las estrellas mediáticas que no dejan espacio para las demás. Pero gracias a los partes médicos y a las necrológicas que ahora bucean en el pasado del pobre chaval ya tengo suficiente para saber que se trataba de un tío sanote, un buen lateral, enterarme del pasado sevillista de su abuelo y del gol que llevó a su equipo a la primera final de la UEFA. Lo que viene después me interesa menos. Cada televisión administra su información de manera parecida y bastan media docena de detalles para hilar un culebrón con un desenlace fatal. Se comienza por la salida del campo caminando tras el primer desvanecimiento, se meten las comparecencias del equipo médico y cuatro tetsimonios chusqueros y se deja para el final la traca del asunto, las lágrimas de Del Nido, la afición arropando el sepelio y el recuerdo de aquel gol acompañado del victimismo que alumbra las mejores ideas, la suspensión del partido, el minuto de silencio, la cabecera del telediario o la estatua de turno, la calle, el nobel de la paz.
Lástima que todo sea tan real. No hay tiempo para ver la diferencia. Todo pasa tan deprisa que pronto nadie se acordara del pobre chaval.
martes, 14 de agosto de 2007
TOCA EMIGRAR.
La diferencia entre participar de la fiesta o ser un simple espectador se mide en grados de descontento, ansiedad, histeria y mala leche. Ayer ya se escuchaban a lo lejos los ruidos que avecinan la llegada de la aste nagusia y como cada penúltima semana de agosto no hace falta que nadie me recuerde mi destino, como a las cigueñas que huyen de los campanarios en invierno buscando el sol, muy lejos de aquí, donde no quede ni resto de los putos cortes de circulación, el me cierro esta calle porque me sale de la polla, el olor a chistorra del bar de Homer, como le llamamos mi novia y yo, un tipo entrañable durante el resto del año, justo el tiempo que no está detrás de las brasas jodiendo el aire que respira al vecindario, la música de fondo, las peñas, el olor a putrefacción del día siguiente alrededor de las casetas, entonces recuerdas a Homer y su chistorra con nostalgia, los macarras supervivientes del desmadre y sus trazas de infectados a la altura de la calle San Francisco, camino del curro a las nueve menos cuarto de la mañana, vagos de los cojones. Todo eso, servido en una copa, con un limón y una paja y unas gotas de detergente, es el maravilloso coctel de la semana grande. Que la disfruten.
domingo, 12 de agosto de 2007
UN MES AL SOFÁ.
Un minuto de silencio por el triste descanso de Carlos Rexach. La fama no te deja tranquilo, es mentira eso que dicen quienes se acostumbran a convivir bajo pautas de normalidad con el continuo soniquete del rumor, el embarazo y el noviazgo frustrado en el cogote. Ni siquiera creo que Barbara Rey se haya acostumbrado. No hay más que ver lo que mal que envejecen ella y Angel Cristo, en la eterna disputa por el trono de la caida libre hacia la comercialización de sus exclusivas y las de sus tres próximas generaciones, a quienes van a dejar ya bien colocados, acordándose de sus muertos. Pues eso, qué mierda la popularidad. Estás cenando un sabado de agosto en compañía de la mujer y unos amigos, compartiendo una tapas y una botella de vino y te despiertas con la espalda jodida durmiendo en el sofa, y esto es sólo el principio, dice tu mujer cabreada, pedazo de cabrón, que parece que no le ha sentado bien el domingo, treinta años más tarde que alguien te explique por qué tienes que pagar tú solito las consecuencias de media docena de polvos y armarte de paciencia en explicar las misma mierda de excusas que hace nada pensabas que habías olvidado. Pobre Charly.
sábado, 11 de agosto de 2007
VENENO EN LA PIEL.
Hoy me he hartado a ver tatuajes en la playa. En realidad, ya llevo años alucinando con la colección de escorpiones, serpientes, corazones rosas y símbolos tribales que se marca la peña y con los cojones y las ganas que le echan, que una cosa es cambiarse de camiseta y quemar tus discos y otra muy distinta es la obligación de ponerse este peso encima y asumir la militancia en una moda de manera tan imperecedera, que da pena de pensar en toda esta gente dentro de unos años. Antes decían los puretas de esto que detrás de cada tatuaje había una filosofía por descubrir a la que nunca pude acceder. Desistí a la visión de la segunda macarrada, la cara de Lady Di, el biceps de Maradona o de Pipi Estrada. Ahora solo veo un negocio en expansión que se encargará de ponerle lejía o cómo se llame a tanto desproposito, que nadie sepa lo que te dio por hacer hace unos años, aquellos veranos tan locos, vaya, que no deje huella de la serpiente o la corona de espinas. Todo el mundo tiene derecho a equivocarse. Y el que no tuvo la suerte de acertar con la filosofía de la tinta, también.
miércoles, 8 de agosto de 2007
ME CASARÉ CUANDO ME ENAMORE.
Soy consciente de que acabo de cavar mi propia tumba, lo siento Fran, pero la idea de que vengas a tocar a mi boda no es tan mala como la de que te pongas detrás de los platos y nos amenices la velada, que supera la anterior y a muchos estoy seguro de que les hará olvidar el trago de escuchar en vivo cualquiera de esas perlas que sólo valoramos cuatro, una mancha de mora sólo con otra se quita y a veces necesitas tomarte varios tragos seguidos de distintos venenos para que el gusto del primero sea sólo un lejano recuerdo de aquel primer lingotazo que tuviste la desgracia de probar. Cuento con varios locos más en mi barco, con los dedos de la mano. Nadie valorará mi proeza y encima me arriesgo a que me tomen por subnormal. Por qué uno es tan raro, señor, con lo fácil que hubiera sido abrir la cartera y hacerme con David Bustamante o el pelanas de Pereza. Tengo un mes para convencerlos a todos o para asumir la idea del fracaso, eso sí, con romanticismo, el de los barcos sin honra y que me dejen bailar tranquilo.
domingo, 5 de agosto de 2007
INFECTADOS.
Ahora ya no hace falta esperar tanto, antes de las veinticuatro horas ya puedes tropezarte con los infectados de la película de Danny Boyle a la salida de cualquier fiesta, al cruzar Arriondas, por ejemplo, acercarte a ellos, perderles el miedo, compartir una garrafa de calimocho o unas pastis y comparar los últimos gritos en amortiguadores. La pandemía que pronosticaba la película era ésta. Peor que una plaga bíblica: una caravana que se pierde indefinidamente en el tiempo y que te confunde los sentidos hasta el punto de que al tercer día de conducir a 10 por hora, mete segunda y para, los capullos del focus rojo meando en la cuneta, uno ya no sabe si está en el infierno o es que la guardia civil ha prolongado más de la cuenta sus vacaciones. Dentro de cuarenta años, los archivos que recuerden el Descenso del Sella hablarán primero de una fiesta deportiva y de un brote virico de origen desconocido que pronto se expandió sin resistencia entre las clases más debiles, los gilipollas. Luego lo harán de los cuentos de Borges y rastrearán en las escrituras para buscar una explicación en algún fenómeno parecido, un bucle macabro del que ya no habrá forma de salir ni en las areas de servicio, el peor castigo, atrapado en la autopista con tanto tarado.
miércoles, 1 de agosto de 2007
NECESITAMOS A GARNETT.
Pienso en voz alta: a lo mejor no es tan malo. Y si resulta que por una vez Danny Ainge no se ha equivocado y dentro de un año nos hartamos a hablar todo lo que se lleva en estos casos, del éxito y de las corazonadas, el despelote padre, y nadie recuerda los lamentos ni los augurios más cenizos que ahora lloran la marcha de Al Jefferson como si fuera el mismísimo Bill Russell. Eso es. Quien dice que lo que necesitamos en estos momentos no sea un golpe de efecto parecido, juntar un par de estrellas y animarse un poco, choca esos cinco, que ya está bien de posponer la recuperación a la madurez inconclusa de tanta estrella de tercera, proyecciones truncadas, talentos que un día salieron de casa a por tabaco y a la vuelta no la metían inexplicablemente ni a dos metros. Los resultados de los Celtics llevan cayendo en barrena desde hace veinte años. El que Garnett, Ray Allen o Kareen Abdul-Jabbar sean capaces de alterar la trayectoria a estas alturas ya deberia de traer sin cuidado a cualquiera que por revivir un mísero de los dieciseis títulos no sea capaz de vender el parquet del Garden, los colores de la camiseta. Luego ni te cuento lo que yo haría con Jefferson, Green o Telfair. Si la transición interrumpida que se acaba de romper con este traspaso no desentona con lo que hemos visto en los últimos veinte años, que alguien me diga dónde está el riesgo. Yo, la verdad, no veo el problema.
martes, 31 de julio de 2007
UN FURGÓN DE MENTIRAS.
Uno escoje su mentira, la pone guapa, la viste, le da una ducha y la saca de compras, y cuando piensa que ya es suficiente y no queda un gramo de grasa que pulir, se arma de valor y sale con ella a la calle a ver si hay forma de pasar desapercibido. El Dioni ha tenido tiempo para pensárselo, desde antes de subirse al furgón y anticiparse un segundo a las preguntas posteriores a su detención, si a lo mejor lo hubiera hecho, que lo dudo, su avión de regreso y su puesta en libertad, y ya podía haberle dado otro aire a su historia, lejos de la premeditación, haberse dado una vuelta con ella por el gimnasio. Las mentiras conviven con las excusas y éstas últimas con las explicaciones infantiles, gilipollas o absurdas. Pero ni las mentiras dejan de serlo por parecerse a las primeras, ni uno se acostumbra a vivir con gente obcecada en pensar que su enfermedad es contagiosa y todos somos tan tontos como ellos, que no diferenciamos las unas de las otras.
Ahora ha querido sacarle el lado social al asunto y apela al sentido común y a la internacional obrera, a ver quién no ha pensado alguna vez en marcarse algo parecido. Total, estaba cansado del trabajo, se habían portado mal conmigo. Y de perdidos al monte. O a la playa, a tomarse copas, a ligar con la cartera entre los dientes. Y ya pensaré mañana lo que voy a contar cuando me pregunten, que dudo nunca que me cojan.
sábado, 28 de julio de 2007
EL DEL CABLE.
Lo que he escrito hace una semana podría multiplicarlo por dos, dividirlo por la misma cantidad, diluirlo con una cucharada de agua y dejarlo hirviendo dos horas y el resultado seguiría siendo el mismo. Acabo de volver a ver UN LOCO A DOMICILIO diez años más tarde. Ben Stiller no es, evidentemente, John Ford o Stanley Kubrick, ni creo que sus proyectos tengan ganas de fajarse con ellos ni con nadie que pretenda aportar un poco de sentido común cuando éste ya rebosa en el cazo y estamos todos sobrados, que hay aquí para dar y regalar. Primero, Jim Carrey. Llevo demasiado tiempo buscando excusas para justificarme y perdiendo las razones que me impiden decir en público lo que otros temen descubrirse a solas en la intimidad más vergonzosa, eso mismo, que a lo mejor no es tan petardo como parece y que habrá que rascar un poco más en sus papeles para concluir que si no es mal actor su enfermedad simplemente brota de una anomalía menor, olfato para evitar los problemas. Recuerdo unas cuantas excepciones: Yo, Yo mismo e Irene, Olvídate de mí, El Show de Truman. O ésta. De acuerdo, todas tienen su receta y su explicación al dorso. Una, la genera la casualidad. Dos, la equivocación. A partir de entonces, habrá que ir pensando en compartir el tratamiento.
jueves, 26 de julio de 2007
DROJAS EN EL COLACAO
Déjate de historias. La sensación es que esto se acaba y no se puede ir a peor, pero uno se consuela engrandeciendo las desgracias pasadas y el camino por el que todas se circundaron, el Tour del 98, el positivo en el Giro de Pantani, la resurección de Virenque o la operación Puerto. El último capítulo participa de los mismos ingredientes y reclama la misma autocrítica que demoraron aquellos ejercicios por mantenerse en pié que entonces hicieron como pudieron hueco al deporte y tiraron hacia adelante sin importar que en la huida se mantuvieran los mismos que ahora manejan el cotarro mediático y los contraanalisis y el recuerdo trágico de el Pirata o del ganador incierto del año pasado, a desvelar cuando todo el pelotón, a este paso, halla muerto.
No me creo la historia que me cuentan, me tiene mosca tanta hipocresia justiciera, no me creo nada. Que el ciclismo sea un deporte sucio, que para subir a tope el Aubisque o el Peyresourde no basten simplemente un buen par de piernas. Porque si no fuera así y en mi ignorancia se hubieran caido algunos frasquitos de testosterona, de EPO o de cómo se llame la nueva droga de moda entre el pelotón, que no me intenten colar lo evidente y me digan que no hay motivos para sospechar de otros deportes, de otras pastillitas y de otra gente que se deja los cuernos por el mismo objetivo, competir.
domingo, 22 de julio de 2007
EN HONOR A LA VERDAD.
No me quedan claras muchas cosas, tendré que echarle un vistazo al auto para enterarme, que es tanto como anticipar que me la suda hasta el punto de que nada de lo que pueda leer en él va a hacer cambiar mi impresión ni a abandonar mi agnosticismo sobre el tema, no me creo nada, los motivos o las verdaderas causas, si hay que aplaudir a Conde Pumpido o buscar consuelo en la viñeta y volver a echarle un nuevo vistazo, éste último dedicado a la memoria de todos los que han conseguido cabrearme así. Porque el cumplimiento de la ley es una cosa y la interpretación interesada otra distinta. Muy bueno ese lema, queremos una única ley para todos, que posiblemente al imbecil que recogió el murmullo en las últimas filas y luego se atrevió a corear al dictado no le inspiraba nada parecido. En una ley sin estanterías que no busque la diferenciación y recurra a argumentos históricos para ser interpretada. No se tome la molestia en decidir quién tiene honor, poca verguenza o le cuelgue el cartel de chorizo sin pararse a pensar que la decisión personal le corresponde a quien quiera serlo, la elección más íntima, a quien renuncie a pasearse por la vida con la poca dignidad que le salga de los guebos.
jueves, 19 de julio de 2007
LA VIDA DE NADIE.
Se empeñan en hacer noticia de la insignificancia y no se resisten a que Beckam nos haya dejado, así es que siempre hay un espacio para sus aventuras, su modo de vida encaja a la perfección lo pongas donde lo decidas poner, en la sección que prefiera el lector, que empiece el periódico por el final y se encuentre de morros con los chismes de convivencias, lo abra por los deportes o haya visto en el matrimonio y en Chenoa los espejos en los que verse algún día reflejado, coja por casualidad el periódco y pase en una décima de segundo de la hoja de espectáculos a la de sucesos y de ésta a la de sociedad.
Al final era todo mentira. Lo de que el tío fuera futbolista o al menos a alguien le interesara cómo ponía las faltas al primer palo y cosas así, que era el alegato recurrente cuando lo que tocaba era justificar el fichaje, condenar su suplencia y currarse argumentos para negar lo evidente, su casta de estrella, la de una pegatina de moda especializada en vender camisetas. Que no es tan malo, repetían una y otra vez. Ahora que su derecha no interesa a nadie y despojado de las falsas apariencias de deportista con las que se disfrazaba, nos llega su nueva vida en Los Angeles en fascículos, como aquellos coleccionables que compraba de pequeño, Rocco en la escuela, Rocco en el parque. La semana que viene, David y Victoria vete tú a saber.
martes, 17 de julio de 2007
HOY VAMOS A HABLAR DEL BUEN GUSTO.
Cuesta trabajo pensar que haya gente con peor gusto que Chenoa por el mundo, que aparezca con tanta frecuencia por la tele y sea alguna vez incapaz de equivocarse y aprender de lo andado, ponerse por error algo para la ocasión, dejar por una vez tirado al último macarra y dar un paso a tiempo hacia la gloria de la mediocridad, donde pueda pasar desapercibida, entre la discrección y el raro sentimiento de la normalidad. A Chenoa la siguen asesorando los mismos que le soplaron que se arrimara a Bisbal, no hay duda, que luego apareciera con aquellas trazas frente a los focos y desperdició la calderilla que le dio su paso por aquella academia entre la prensa rosa y las clinicas de liposucción, y así le va, ya no hay pista para remontar, hay que ver qué tía más chunga, siempre en el espacio equivocado, debajo de un sujetador rosa o de una gorra de marinero marica, o al lado del jeta que ve en ella un ejemplo para los chavales que aspiran a comportarse tan de puta madre y a vestir tan guay. No hay un vestuario ni unos modales peores que los suyos. No encuentro méritos más currados para darle el título. De aquí a final de año, chunga del mes.
lunes, 16 de julio de 2007
HA NACIDO UN COMICO.
No creo que sea posible hablar del encasillamiento en el cine sin antes filtrar la chusma que acompaña la palabrita y recordar a quien mejor lo puede ilustrar, no vaya a ser que el error de pensar en el contenido y de separarle artificialmente del continente nos impida valorar en su justa medida el valor de los que le dieron forma contra viento, crítica, moda y mareas, a despreciar el talento de Sean Connery, la presencia de John Wayne, la seducción de Ava Gardner y así hasta un infinito donde incluso Esteso, Pajares y Landa han logrado trascender con su encasillamiento a los guiones con los que tuvieron pesadisimamente que cargar.
Quiero justificar el sueldo de Ben Stiller y recurro al pellejo del productor que piensa como yo cuando le veo en la pantalla. El tío es gracioso, cae bien, no hace daño a nadie cuando suelta su chiste en la cena y tropieza, se golpea la cabeza o astasca la cremallera del pantalón a la vuelta del baño. Su comicidad alumbra un nuevo humor que hace cuarenta años Walter Matthau o Jerry Lewis no hubieran despreciado. Por encima de Wes Anderson, los Farrelly y Owen Wilson, su talento perdura a cualquiera de las peores películas que uno se pueda imaginar y su personaje siempre puede con el nombre de aquella tan mala con Drew Barrymore que tres días después ya soy incapaz de recordar.
domingo, 15 de julio de 2007
NUBES Y CLAROS.
En Asturias nunca hay nubes o claros. Si algo diferencia a ésta de otras regiones es la variedad cromática a la que uno se tiene que enfrentar para adivinar con precisión el diagnóstico metereológico y montarse un plan, nubes, claros, nubes bajas o altas, niebla, neblina, cielo cubierto que amenaza lluvia, la lluvia con la que amenazaba hace diez minutos aquel cielo cubierto o el sol madrugador, orbayu, chubascos y, finalmente, y esto ya es raro, sol. Llevo años escuchando la misma letanía con amargura, vaya quince días de vacaciones, dice mi madre, la mitad del tiempo de mala ostia y la otra mitad mirando al cielo, jugando a las adivinanzas y volviendo después de recorrerte media costa cansado de no haber aprendido nada de lo que te tocó padecer tantos días de verano como éste, lleva tiempo decidirse, minimizas el riesgo ante lo que puede pasar, le echas un par y conduces como ese jugador hipotecado en apostar siempre al mismo número. Y a las dos horas, como ayer viernes, de vuelta en casa.
Este es un mensaje de socorro para los que nos piensen visitar de aquí a que se acabe el mundo, que según Al Gore o los del concierto del cambio climático no será demasiado tarde. No merece la pena.
jueves, 12 de julio de 2007
QUERIDOS REYES MAGOS.
Ya está aquí el concurso. Durante unos días le vuelven a uno los nervios de hace años cuando aun esperaba que los reyes magos se recorrieran el mundo en camello y ni siquiera se preguntaba cómo era posible que aquellos reyes, que para eso tenían título y conseguido hace tiempo, y desfilaban en aquellas cabalgatas que salían de media España a la misma hora, eran tan feos. La cuestión es pedir. Rehacer la lista. Pensártelo otra vez y hablarlo con los amigos, comentar los regalos y aventurarse a pronosticar un segundo antes que el resto. Porque aquí uno puede pedir lo que quiera, pero al vicio de hacerlo se enfrenta siempre la virtud que decide el afortunado que lo consigue. Yo tengo tres cartuchos para quemar. Para algunos serán pocos. Es el eterno dilema, si los niños buenos son los que piden poco o los que cuando piden saben bien cómo hacerlo. El caso es que de aquí a diez días la espera habrá terminado.
Voy a meterme rápido en la cama y ponerle a Pepito y sus amigos unas buenas fuentes de jamón de Hornachos y vino de Ribera del Duero.
martes, 10 de julio de 2007
EL HIJO QUE HAY EN TI.
Todo sucede muy deprisa. Hace dos años asistí al último concierto de Migala, apenas me había dado tiempo a echarles de menos, una lagrimita por el camino, y ya me encuentro escuchando el nuevo disco de Abel Hernandez, ahora que a cualquier concatenación de decisiones que se presenten bajo apariencia de formalidad se les concede el título de proyecto, una palabra recurrente cuando se trata de construir ideas con frases en las que hay que jugar a introducir términos como colectivo, concepto, dirección artística o experimentación, cuatro palabras siempre se repiten, y no intentes ser original, que para eso están otros, esos arreglos imposibles, unos samples o prueba a ver con una pose descuidada con cara de estar sufriendo un proceso interior de tormento como sólo los artistas malditos pueden sentir.
El caso de Migala fue siempre un pleito perdido al que era imposible mirar con compasión. Hay que pagar un precio por ser tan chulos y armarse a soportar las críticas con resignación, no hay más remedio, citas a Cortazar y eres un pedante, tienes las ocurrencia de cantar en castellano y vas de snob. Pero el día en el que convocas una rueda de prensa y empiezas a cantar en inglés estás perdido. Entonces asumes que eres tan chulo como dices, te despides con un corte de mangas y susurras tu sentencia, que os jodan.
lunes, 9 de julio de 2007
VIDAS DE SALDO.
Es la nueva máxima de esta sociedad individualista que simultaneamente al culto a uno mismo pone precio a todas las cosas y no sabe vivir sin saber qué vale lo que pisa, que cada cual se pone una etiqueta hecha por sí mismo y se la cuelga al cuello como si fuera un traje de marca o una sandalia de mercadillo. La vida nos pertenece y cotiza al cambio que nos da la gana, hasta ahí podíamos llegar, que si la quiero devaluar lo tengo muy fácil, me atiborro de pastillas o me cojo un vuelo a Yemen, Chechenia o cualquiera de esos destinos donde no soy yo el que decide el camino, sino un ejercito con una tanqueta apostada detrás de un matorral para recordarme que en esa tierra el que dicta las órdenes no es el gordito de la agencia sino el fúsil que tengo entre manos y que mira como tiemblo cuando fantaseo con la idea de volarte la cabeza. Bienvenido al nuevo parquet de valores. Vamos a olvidarmos de los fondos de renta fija y a pensar en algo más divertido, que justifique el viaje y luego tengas algo que contar a los colegas. Como el protagonista del último de Don De Lillo, prueba a sentir si merece la pena el riesgo. Pero no pidas la hoja de reclamaciones cuando te vengan con el sermón de turno y alguien te recuerde que ni tu vida ni las lágrimas que derraman por ti valen lo mismo.
domingo, 8 de julio de 2007
DE CIENCIA Y FICCIÓN.
A diario la realidad supera la ficción y empequeñece las grandezas de los guionistas que se afanan en buscar originalidad y darle brillo al asunto, conseguirle una tía buena al más feo de la clase y un premio nobel al zoquete que apenas sabe leer o escribir. El cine imita las páginas de sucesos y en un momento de crisis tuvo que recurrir al genero de la ciencia-ficción sólo para caminar un par de sustos por delante, cansados de que para buscar entretenimiento uno tuviera que hurgar en los programas de sobremesa y alejarse de las pantallas, una tendencia impuesta por la involución de una sociedad empeñada en vivir comodamente y armarle el taco a los guionistas, perdidos en un punto de no retorno donde realidad y ficción no daban para más.
Ahora a ambas fuentes de inspiración apenas las superan el cine de efectos especiales, las recreaciones históricas y ese nuevo género bobo donde el asesino de Scream se fuma un canuto mientras habla por teléfono con su próxima victima. Nadie se estremece con el disparo de un arma, media docena de homicidios o una invasión extraterrestre a gran escala. Queda el consuelo de cogerse los VHS y aplicar el mismo rasero para entrar en la piel del padre atormentado de Poltergeist y revivir treinta años más tarde y con varios mitos desmontados por el camino aquel drama, quitarle hierro al asunto, a quién asustan ahora cuatro cadaveres vagando por un cementerio, y sobre todo, y esta es la gran pregunta, a ver si no había hoteles bastantes donde pasar la última noche y ahorrarse aquéllos sustos, el mal cuerpo del final, diez minutos de película.
viernes, 6 de julio de 2007
LA TETA Y EL PREMIO.
Huyendo del frío y del anonimato, la Fundación de los Premios Príncipe de Asturias ha tomado cartas en el problema y desde hace un par de ediciones que ya está en vías de cambiar el prestigio por la fama y echarle morro al asunto, que estaremos todos de acuerdo en que el kilo de paja pesa lo mismo que el de hierro, pero lo que ya no veo tan claro es que la popularidad no pese un poco más que las reseñas culturetas y el entusiasmo de cuatro gatos por esos mismos premios que ahora miran hacia otro lado o cambian de acera cuando pasan junto a una obra y se enfrentan a algún piropo, que alguno hasta me ha negado el saludo. Las medidas son, claro, estrictamente personales. De manera que basta con cambiar la cara al premiado o someter al paciente a una cirugia con votox para favorecer una transformación armónica donde la gracia está en huir de la pirueta traumática, que cuando el paciente se mire al espejo pueda echarse unas risas y seguir encantado de conocerse. Entonces llegaron Henry Miller y Woody Allen, luego Paul Auster, ahora lo hacen Al Gore y Dylan. Este es más chulo que nadie y por medio de su portavoz ya ha anunciado que no acudirá. Los riesgos del envite, de vez en cuando a una paciente le reviente una teta en un avión o termina en los tribunales, y todos tranquilos, aquí no ha pasado nada.
jueves, 5 de julio de 2007
NO LA VUELVAS A TOCAR, SAM.
Consulto la pagina 9 de mi diccionario y leo. Memoria histórica: cuentos; armas políticas; ya estamos hablando otra vez de lo mismo y mira que me aburre, homenaje al absurdo. Leo más abajo, estos diccionario necesitan ponerse al día, traspasar la realidad física y contemplar el contexto en un sentido emocional, como decirlo, que a lo mejor deje de mirarse al ombligo de los andaluces y los pastores del Bierzo y entienda que la memoria viaja a la velocidad de la luz y hasta la última partícula de claridad tiene derecho a una propia, de tal manera que hasta la propia memoria participa del mismo derecho que tiene los pastores y también hay que entender su misma reivindicación, su derecho a que se respete la memoria histórica en la que vete a saber cómo ella misma se haya formado, que nadie toque más en directo mi canción y deje de mancillar el recuerdo de Ian Curtis, que Peter Hook se retire y se ponga a régimen, que Bernard Summer se haga con un buen cargamento de pastillas juanolas y deje descansar un poco la voz, ya está bien de armar el taco a costa de la pobre memoria de la idem, cuántos festivales más tendremos que soportar. New Order puede hacer con sus recuerdos un sayo y fumárselo una tarde al sol de Glastonbury, tirados en el fango. La memoria les pasará recuerdos de hace quince años y a correr. Y cada uno juega sus armas como puede.
miércoles, 4 de julio de 2007
ORFEBRERÍA POP.
Me tranquiliza que el mundo siga girando y a veces no se preocupe más que lo necesario por lo que quita el sueño a los demás y que la despedida del Bulevar de José María Rey ocupe el mismo lugar en la orbita que todas las demás que antes le precedieron, me ayuda a adivinar el futuro y a participar del mismo proceso de adaptación a la falta de un programa que hace casi ocho años que apenas escuchaba. La presencia del Bulevar en la parrilla me tranquiliza igual que cualquier otro fenómeno natural al que uno no presta atención pero espera confiado, la llegada de las estaciones, la caida de las hojas, uno sólo respira inquieto cuando ya es tarde para ponerle remedio al seismo y entonces se entrega a la resignación y piensa que ni aquellos días ni aquel programa cuyo presentador tengo en la punta de la lengua y no recuerdo fueron tan buenos.
Se acabaron los esloganes retóricos y la frase imposible de la que tanto nos descojonabamos. No hay un hit parade para recordarlas todas, uno siempre recurría al mismo chiste para hacer sangre, y ahora ya es demasiado tarde para tomar apuntes de aquel estilo tan personal, una encrucijada conceptual entre letras y sonidos imposibles. Orfebrería pop. O algo así.
martes, 3 de julio de 2007
VALOR Y CORAJE.
Parece que hace falta que alguien te coloque la etiqueta y te haga un sitio en la estantería junto a los tornillos y las puntas para traspasar las barreras de la existencia individual y darle un sentido a tu vida. También hay quien confunde la cantidad con las churras y a ésta últimas con un pelotón desfilando al trote de marchas militares que pierde el paso cuando la banda se relaja y se acomoda al lado de los otras ovejas, queda muy poco sitio para la rebeldía y lo de la autenticidad o la trasgresión ya no se lo creen ni el Galiano que lo parió, al que acabo de ver hecho una piltrafa por la tele. Por eso sorprende aun más encontrarse con causas perdidas como ésta, la del orgullo gay, que no pasa sin el desfile, la marcha marcial y la cabra y recurre a la generalización más chunga para mostrar el curioso orgullo de pertenecer a un grupo cuya seña de identidad son los leotardos y las plumas. Uno no puede sentir alegría de pertenecer a un grupo, puede padecer cierto placer inconfesable en los momentos de debilidad, que la alegría o el orgullo deberían de ser placeres exclusivamente reservados a quien tuviera los cojones de saltarse la marcha, perder el paso y encima desafiar el temporal, poniendose el tanga de leopardo a bajo cero. Todo lo demás es miedo a que las plumas se pasen de temporada y no haya forma de enseñarlas.
lunes, 2 de julio de 2007
ODA A FERNANDO TORRES.
La sensación más palpable de que el mundo está loco o que algo en él no funciona desde hace tiempo como debería la percibe uno a través de esos hechos cotidianos que nos acarician de vez en cuando la cara igual que un golpe de viento un día de verano y nos hielan el cuerpo hasta los huesos de puro estremecimiento que provocan. Siempre es el recuerdo de los patrones que definen la normalidad o el grado de desproporcionalidad de las cosas los que nos alientan a pensar lo mal que estamos, que esto no ha tocado aun fondo, a preguntarnos cuántos representantes hay que encontrarse en una linea recta entre Fernando Torres y el Liverpool y a cuestionarse entre peores augurios el futuro que nos espera.
Que en Inglaterra hayan pensado en Torres para gastarse 36 millones de euros es otra parada en un itinerario temático al absurdo donde gana quien gasta más y peor, dice la burrada más gorda y prueba a ver cómo supera la tontería más grande diciendo una mayor. Media docena de representantes por el camino me dejarían más tranquilo, pensando que no todo está perdido y que aun hay rendijas para esa lógica tan pragmática que no está reñida con la sinrazón.
Torres sería un delantero cojonudo si en el futbol no hubiera porterías. Y si mi abuela tuviera ruedas a lo mejor valía bastante más que esos 36 millones de euros que alguien ha pagado por el muy cabrón.
domingo, 1 de julio de 2007
BUSCANDO ALBACEA.
Me pregunto si mi vida dejara huella, cómo será de profunda, cuál será la marca de mi eternidad en los años que sigan a mi muerte, si alguna compañía de discos podrá alguna vez disfrutar los beneficios de un concierto con el que se recuerde mi cincuenta cumpleaños y, sobre todo, quien tendrá los santos cojones llegado el momento de darle forma al asunto y tirar del carro, hablar con media docena de estrellas y de patrocinadores, traerse a Kiefer Sutherland en un avión privado y organizarlo todo, una vez que me dispongo a padecer en vida de la fatalidad y la decepción de no haber sabido transmitir el mismo amor a mis semejantes y las mismas ganas de vivir que dejó, por ejemplo, Diana de Galés, y que no hace falta palmarla para cerciorarse de lo evidente y anticipar el peor presagio, que me muera si sale adelante mi despedida de soltero, espero equivocarme, pedazo de cabrones, no se os puede dejar solos.
Y luego están tus hijos, claro, a los que ves desde el cielo disfrutando del show, menuda mierda. Menuda mierda de gustos, colegios de pago para esto, dando palmas con media docena de raperos, rodeados de rubias. La próxima vez que la palme no me la vuelven a colar, voy preparando la lista y a rezar porque dentro de cuarenta años sigan todos vivos, Nacho Vegas también, que ninguno se me haya adelantado.
sábado, 30 de junio de 2007
YA TENGO EMEPETRÉS.
Toda la vida avergonzándome de la especie y haciendome cruces por tanta estupidez, la del gilipolllas que no sabe pasar del teléfono movil en la comida, se lleva al baño el portatil o hace tres horas de cola delante del almacen de la esquina para hacerse con el último grito de los moviles de tercera generación, ése que anunciaron ayer, que tal vez ya ni sea ésta la última y haya unas cuantas generaciones de gilipollas que por el camino hayan abandonado la poca dignidad que les quedaba sólo por hacerse con el aparatito que ahora toma video, te permite jugar a la consola o conectarte a eso de internet y no me haya enterado, la degradación consumista, como cualquier otra caida en barrena, también es un nuevo arma de uniformización que proponen las agencias de publicidad para ahorrarse el esfuerzo de ser originales, pues eso, tanta ira contenida para acabar como ellos, mi proposito de enmienda no me redime un gramo de mi miseria.
El reproductor de MP3, ahora voy a tratar de ahorrar mi penitencia, me cayó (literalmente) en las gradas del Palau. Parecía al mismísimo Paul Smith mientras trotaba paralelo a la Ría con el azote de Our Earthly Pleasures en los oidos. Ya tengo emepetrés.
El reproductor de MP3, ahora voy a tratar de ahorrar mi penitencia, me cayó (literalmente) en las gradas del Palau. Parecía al mismísimo Paul Smith mientras trotaba paralelo a la Ría con el azote de Our Earthly Pleasures en los oidos. Ya tengo emepetrés.
martes, 26 de junio de 2007
PREFIERO EL PRALÍN.
Estaría muy bien todo eso del rizoma, un prologo excelente que debería, si no fueramos tontos y antes no nos hubieran hablado tan bien de NOCILLA DREAM, de ponernos sobre aviso de lo que se nos viene encima, si no fuera porque en el deseo de resultar original a Agustín Fernandez Mallo le pueden más las ganas que la intención de resultar interesante y entre su rizoma, las citas y las evocaciones científicas a ninguna parte al final la espesura apenas deja ver el bosque y uno termina mirando al rizoma con la misma indiferencia como lo haría a un bocadillo de nocilla, doscientas páginas después, como si los dos significaran lo mismo, uno de esos trozos duros con muy poca miga que condenas a un lado de la cocina con la esperanza de no volver a ver nunca más. Es lo que tienen las palabras polisémicas, las pistas forestales que en un momento del recorrido la mano del hombre convirtió en autopistas de peaje con cinco carriles a cada lado. Ahora se lleva eso de las semblanzas, la brocha gorda para diseccionar la realidad y toda la gilipollez imaginable para contar una historia desde la mitad y abandonarla media hora antes del desenlace, que te ahorra encontrarle una dirección, un mensaje, en fin, un sentido coherente al libro y encima eleva a la categoría de arte cosas que pasaron por tu imaginación hace más de quince años y cediste a la tentación de compartir, la leyenda imaginaria de los ídolos, Borges, el Che, el retiro de Fernando Alfaro en su gasolinera de Albacete.
jueves, 21 de junio de 2007
V CRESPO.
Voy a hacer justicia con el rincón de mi coach, él le quita hierro y dice que simplemente le queda a mano, cuando no me da lugar para ofrecer alternativas y me lo impone sin margen para llevarle la contraria, pero no es eso. V Crespo no está nada mal. A dos minutos de la Plaza 6 de Agosto, en Gijón, se puede comer muy bien. Y aun no he conseguido pagar.
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