lunes, 29 de octubre de 2007


ALONSO, UNA TREGUA.

Tengo la sensación de llegar tarde al debate y de coger los cuernos del toro a la altura de la antitesis hegeliana que precede a la conclusión definitiva desde donde presumiblemente vería las cosas más claras. Porque lo que toca ahora es compadecerme de la mala suerte del chaval y pasar por alto todos sus defectos, empequeñecer su soberbia, quitarle importancia a su atrevimiento o ver en su forma de pecar una virtud más que le haga merecedor de este tipo de actos. Hace unos meses, hubiera escrito pestes de Alonso y suplicado porque alguien, Ron Dennis o Hamilton, le diera un escarmiento. Todo era mentira. Como un simple mecanismo preconcebido para distanciarme de la estupidez masiva y no participar conscientemente de la rabieta estúpida o del brote patriotero ese que germinaba en las sidrerías. Pero primero fue mi padre. El deseo de complacerle, quiero decir. De verle pasar un buen rato. Y luego, la acumulación de desgracias. Entiendo lo suficientemente poco de Formula 1 como para reconocer evidencias tan claras como éstas. La sinrazón que lleva luego a rendir pleitesía a Alonso o a afilar las armas para el año que viene me trae sin cuidado.

domingo, 28 de octubre de 2007

LIGUILLA DE OCTAVOS.
Cuando la copa de europa aun conservaba su digno nombre y el Marca y el As no costarían más de 50 pesetas, alrededor de 1.984, los seis mejores equipos del continente jugaban cada jueves disputándose un puesto en la final que luego proclamaría por el mes de abril cual de aquéllos equipos era el mejor. Aun no había final four, liguilla de cuartos ni cabezas pensantes que se anticiparan un segundo al más hábil de los organizadores para decidir que mucho mejor que ver enfrentarse a los mejores jugadores era preparar para el mes de octubre un cuadro de competición tedioso donde el tercer clasificado de la liga francesa también debiera de tener su oportunidad. Luego aterrizaron los campeones de la liga polaca, el torneo cambió media docena de veces de nombre y pronto desmintió a los que vaticinaron otras tantas veces que aquel sistema de enfrentamientos fuera el perfecto y el CSKA de Moscu comenzó a nacionalizar jugadores americanos y a blanquear el dinero procedente de actividades ilícitas fichando extranjeros. Y no sé si el sistema anterior era perfecto. Lo que tengo claro es que el actual me parece una mierda. Lo pensaba cuando veía al Madrid hacer la rueda calentamiento en la cancha del Fenerbahce y saltar al campo con una camiseta de color azulado parecida a la que recuerdo de aquellos días. De ventipico años en adelante, ya ves, sólo el color.

viernes, 26 de octubre de 2007


EN EL VIENTO.

Trato de colocarme en el pellejo de Rendueles o de Graciano García, que son los que puedan sentir como propio el desprecio y tal vez caigan ahora en la tentación de ponerse en el mismo lugar desde el que yo despaché excusas hace un mes, y no soy capaz de encontrar explicaciones que me dejen más tranquilo. Eso había dicho que eran las excusas, una ventana en el coste de oportunidad que lo justificaba todo. Y cada nueva pregunta me lleva ahora a cuestionarme dos respuestas con las que ya pensaba haber resuelto definitivamente todo. No estoy seguro de qué provoca la excusa. Uno se enfrenta siempre al desenlace y se pierde los motivos que desembocan en algo tan inasible y tan difuso, un territorio de treinta y tres metros cuadrados donde pueden convivir en alquiler Ronaldo, mis mejores amigos o Bob Dylan.

Reivindico el papel de la excusa como mal universal y aprovecho para quitarle un poco de gloria al mismo Dylan que tiene motivos para denegar la invitación de los que encuentran en el reconocimiento social los nobles motivos para bajarse hasta los tobillos los pantalones. Qué asco de mundo. Busca la respuesta mirando al cielo.

martes, 23 de octubre de 2007


QUE NO SEA KANG, POR FAVOR.

Y si por casualidad alguien oyera esto: productores, exhibidores, distribuidores, programadores, guionistas y quienes busquen en esto de las películas algo más que una simple forma de ganar dinero. Que se enteren bien. Que lo sepan de aquí en adelante, dudo que les importe mucho, de una puta vez. Que estoy hasta los cojones de las películas de fantasmas, de los fantasmas de buen corazón, un poco traviesos, de esos que cuando se cargan a alguien lo hacen sin querer, como simple respuesta a un impulso aun más fuerte que sus verdaderas ganas de agradar y caer bien, son buena gente los espíritus, y de los fantasmas en general, alojados en caserones, hospicios, casas de aldea, conventos, colegios laicos o religiosos, castillos, edificios palaciegos, criptas, o monasterios restaurados y convertidos en paradores de cinco estrellas. De todos ellos estoy hasta el moño. Y hasta las pelotas de Belén Rueda.

lunes, 22 de octubre de 2007

LOS TREINTA Y TANTOS.
Entre LA BUENA ESTRELLA y BIENVENIDO A CASA hay diez años de distancia y un breve sendero hacia la madurez que han obligado a David Trueba a ir separándose progresivamente de sus inquietudes de adolescencia y a llevarse a cuesta sus problemas, como el que encarga una mudanza, de la pubertad a la treintena, y replantearse objetivos: nuevos temores, nuevas inquietudes y las mismas caras de siempre para amplificar el discurso, Jorge Sanz, Ariadna Gil o Echanove. Que todos somos diez años más viejos y los problemas primero crecen y luego se transforman. Como si Jorge Sanz no tuviera bastante con mirarse al espejo y encima tuviera que contemplar como espectador su fracaso y soportar una paternidad añadida que le recuerde sus primeras películas en un tiempo pluscuamperfecto del que nadie se acuerda.

Hubo una época en la que todo eran risas y cachondeo, Bill Murray se lo pasaba pipa con los albondigas y la gente celebraba sus cumpleaños ajena a la tormenta que aun le esperaba. No sé si aquello me gustaba más. Tampoco me imaginaba que los que hacían entonces las películas fuera a contemplar el envejecimiento como una etapa del proceso de creación y a revelarse contra el paso del tiempo. Que visto así, casi prefiero a Jorge Sanz entre los albondigas y a Bill Murray tirándose el folio, cada uno a su manera.

domingo, 21 de octubre de 2007


UN BUEN VAGO.

Después de pasarme toda la semana montando mi nuevo chiringuito necesito tomarme un respiro y olvidarme de proveedores, informáticos y decoradores. Mi única duda consiste en saber si el día de autos va a ser sólo eso, un día, o si me decidiré a prolongar un poco más la celebración y continuar por mi cuenta con los festejos correspondientes: el desfile, los fuegos artificiales, un besamanos en condiciones, expedientes al cubo de la basura. Vamos, a tocarme bien los cojones en preparación del año que empiezo. También es verdad que escribir esto no es incompatible con mi calendario de actividades, como tampoco otras muchas cosas, que tampoco dicen nada del ayuno, de la final del Master Series de Madrid o discriminan puntualmente cada uno de mis movimientos de aquí a que me descongele, que casualmente soy yo quien finalmente decidirá su duración, como hice con su inicio, y su termino. Ser vago es eso. Dueño de los actos propios y reponsable de los cadaveres que se quedan felizmente en el camino. Después de hacer el vago durante dos años pido a quien sea que me permita renovar la licencia para poder seguir ejerciendo.

sábado, 20 de octubre de 2007

DOS KILOS Y MEDIO.
Antes de que todo el mundo se lance a buscarle parecidos, yo creo que a quien de verdad se da un aire es al pivot aquel que jugó en Toronto Raptors varios años y que era tan malo, creo que era Keon Clark. Tiene la cabeza grande y es calvo. Ni a papá ni a mamá. Luego vendrán las adivinanzas, lo que sugieren las estrellas y lo que todos le deseamos a la angelita, que sea formal, una tía estudiosa, que vuelva pronto a casa y que termine trabajando como registrador de la propiedad o algo así, que se gane bien la vida. Para el que se haya tomado la molestia de no darle demasiadas vueltas a la decisión, aqui está la nueva hipoteca blue facil de BBVA, a cincuenta años, tipo variable y sin posibilidad de amortización anticipada para consolarse con lo que acaba de hacer y alguien, el director del banco o el Notario, le explique el crimen que termina de perpetrar. Para Juana y Miguel es otra cosa. La putada de no poder elegir tu filiación aquí no lo es tanto. Vas a tener unos padres cojonudos y encima vas a poder ir a la playa caminando, a cincuenta metros de casa. Me cambiaba por ti. Felicidades Miguel

viernes, 19 de octubre de 2007

LA ESTRELLA ES EL ANESTESISTA.
Son las cosas que tiene el estrellato y los caminos inexcrutables desde los que a veces uno puede acceder, que no están a la vista ni conviven con la razón o la más elemental de las normas del sentido común, razón por la cual afortunadamente la popularidad no tiene nada que ver con el prestigio o el reconocimiento social ni nada por el estilo y Guti o el último ruso lateral suplente de la Real Sociedad pueden esperar sentados a que alguien normal reconozca sus méritos antes que el apodo que les permitió jugar en primera o triunfar.

El rugby andaba huerfano de lo primero. He visto jugadores muy buenos en los últimos años pero ninguno apuntaba más alla de la veintidos del rival ni tenía el pelo tan largo como Sebastien Chabal. Unas veces el acierto consiste en afeitarse la cabeza. Otras, todo lo contrario. Por eso es tan caprichoso el destino. El mismo Chabal se hartó repartir mamporros en la segunda linea con el pelo corto ignorando que de haber dejado melena primero hubiera multiplicado sus contratos sin salir del banquillo, que es desde donde ahora mismo contempla asombrado pasar fugazmente la gloria con la que nunca soñó, dicen que es un tío muy tranquilo, esperando pacientemente a que la misma moda de la que ahora vive apunte en otra dirección y los periódicos se cansen de él. Es el anestesista.

martes, 16 de octubre de 2007


ESO DEL RESPETO.

Está muy bien eso de pensar diferente. Pero lo que de verdad me parece una faena es la posibilidad que tienen algunos de ampararse en esa pluralidad ideológica para combatirla y limitar la libertad de pensamiento como parte de una postura que defiende eso precisamente, tocar los cojones y enarbolar la enseña de una tolerancia imaginaria que no se creen ni ellos mismos cuando con asiduidad la ponen en práctica. Uno empieza a cansarse de perfeccionar el ideario con las razones que me llevaron aquí y de comprobar a cada respuesta la misma reacción. El problema vasco es sólo una excusa, como lo es también mezclar esto con la política o lamentarse al ver en lo que la política ha quedado reducida. Porque yo aquí sólo veo una cuestión de educación que tiene que ver más con la tolerancia y el respeto. Con las ganas de fastidiar. O de hacerse fuerte bajo la pertenencia a un grupo que comparte las mismas siniestras ideas, no vaya a ser que el raro sea yo, que me den en una pildora cada mañana mi ración de pensamiento.

Y todo eso lo pensaba este fin de semana, mientras me hartaba a negar que mi familia ni yo tuvieramos que ver con Fidel Castro, los comunistas, el nacionalismo vasco o Bin Laden. Me miraron con desconfianza, buscaron en mis bolsillos y con desconfianza me dejaron ir tranquilo.

viernes, 12 de octubre de 2007

TOCAPELOTAS.
Empieza el Master Series de Madrid y como suele ser habitual por estas fechas la portada es para las mismas recogepelotas de todos los años, gracias a las cuales, por otra parte, la mayoría de los medio dan cancha al comienzo del Master Series, que, por lo que sea, debe de inetersar bien poco. Al que le parezca mal siempre le queda el remedio típico que se prescribe cuando la situación es tan delicada que no queda en el centro de salud de tu barrio lugar ni tiempo para las curas. Rascarse a gusto, montar tu propio Master Series paralelo con un organigrama federativo en el que no haya hueco para Manolo Santana y ninguno de los tiburones de Hugo Boss para calentarte el tarro. O cambiarte de planeta.

El único remedio que nos ayuda a digerir mejor la estupidez o el absurdo es combatirlo desde el desdén y la ignorancia y atrincherarse en el desengaño. Todo lo demás, juzgar con lógica semejante disparate, es contribuir a racionalizar un sinsentido que sólo así adquiere verdadera carta de naturaleza, entre portadas de periódicos y sesudos debates que se empiezan cuestionando si el tema es sexista, y terminan con el mismo menú de siempre, de dónde viene el hombre, hacia dónde va, año tras año.

miércoles, 10 de octubre de 2007

CANAL NOSTALGIA.
Entre mis infinitos recuerdos por saldar aun tengo uno pendiente en el que adivino al cantante de Tommy Crimes (creo que era Charly) acercarse a su tienda de discos favorita para hacerse con el penúltimo de Buffalo Tom. Ahora que todos han abandonado el barco, me pregunto cuánta realidad quedara solidificada en mis deseos y hacia dónde habrá escapado Charly, qué habrá pasado por su cabeza al volver a ver en las estanterias a los de Boston, que no habrá dejado de enterarse, han vuelto, con quien compartirá lugar en la colección el THIRTEEN EASY PIECES, o hacia qué parte del mundo habrán volado todos aquellos proyectos y esas ganas de destacar con las que se levantó un día de la cama e imaginó ser como ellos.

Ahora ya nadie toma de referencia a Bill Janovitz porque la generación que puede permitirse el sueño de convertirse en una estrella llega a la fiesta quince años tarde para conocerlo y el tiempo y las modas imponen otro tipo de espejos en el que los que se reflejan solo escuchan post-folk y desayunan a las dos de la tarde con Iron Wine o Cocorosie. Es nostalgia si uno le pide un recuerdo a una canción. En los demás casos, es simplemente cuestión de gustos.