viernes, 20 de abril de 2007


LA INSPIRACIÓN ME PILLÓ DE VACACIONES.

He leido LANZAROTE en tres cuartos de hora, que es lo mejor que puedo decir de esta broma de Houellebecq que no resiste comparación con ninguna de sus novelas anteriores ni con nada impreso que haya leido desde que cumplí seis años, la verdad, imagínate la misma secuencia de otras veces a la que encima hay que echarle un poco de picante para digerirla con dignidad y sentir en el estómago la sensación de no estar perdiendo el tiempo mal nutriendose con las mismas pastillas que toman algunos para conservar la linea: ahí están las lesbianas alemanas, que no falten tampoco los comentarios racistas y el mismo compañero de viaje pelmazo. Todo me recuerda a algo anterior que ya me recordó antes a algo que posiblemente también leí a Houellebecq, como la misma broma que no hace gracia más de dos veces.

De acuerdo, la humanidad entera da risa y los programas de vacaciones son peores que la subasta del un, dos, tres. Ahora sólo espero que después de los anuncios venga algo más.

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