AL FINAL DE LA RACHA.

Hay frases que son premonitorias y anteceden los peores augurios, aun recuerdo a David Serna escribir sobre el tiempo en el que los éxitos de Indurain nos parecerían poco, a propósito del nivel de exigencia que acompaña la crítica feroz que en este país se hace siempre al que destaca un palmo más que el resto y amenaza con hacer historia o simplementte dejar de ser un perdedor más. A Indurain, decía Serna, llegará el día en el que se le va a obligar ganar las metas volantes de la vuelta a asturias. Y no se equivocó. Indurain ganó cinco tours y colgó la bici entre campanas de envidia y desprestigio que trataron de limpiar más blancos que nadie tantos años de éxitos.

Ahora que Nadal se harta a batir records y aun vislumbra lejos su caida es un buen momento para recordar lo bueno que es. Al final de la racha le esperan. He visto jugar a tíos muy grandes en tierra batida y el simple recuerdo de tanta gente buena y tanto mito le engrandece. La potencia de Muster, la derecha de Ríos, el golpe de izquierda de Corretja o Costa, y ni hablar de Lendl, Vilas o Wilander. Pues a todos esos ha adelantado Nadal por la derecha, casi nada, y ya estoy esperando la derrota que corte la racha para escuchar afilarse los primeros cuchillos. Qué pena.