sábado, 10 de marzo de 2007

SUA.

Dice Bolaño que hay momentos para recitar poesía y otros para boxear. Al Sua hay que ir lógicamente a lo primero. Está en Marqués del Puerto, entre Diputación y Moyua, y aunque el comedor y el servicio deján bastante que desear y los precios son proporcionalmente caros, uno ya es mayor e intuye que todo eso debe de ser cosa de las modas. Antes por las pasarelas desfilaban modelos de cuarenta kilos y ahora lo hacen cebollas caramelizadas, patatas paja y carpaccios. Pero el caso es que en Sua no se come nada mal.
El otro día, camino de la Ovetense (esto ya es otra historia y no hay tiempo) le dije a la hermana de Cecilia algo así como que la clave del exito es pagarse uno la mierda a precio de mierda y no al de las anchoas de Santoña. Jode llegar a estos extremos para explicar lo evidente.

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