sábado, 30 de junio de 2007

YA TENGO EMEPETRÉS.
Toda la vida avergonzándome de la especie y haciendome cruces por tanta estupidez, la del gilipolllas que no sabe pasar del teléfono movil en la comida, se lleva al baño el portatil o hace tres horas de cola delante del almacen de la esquina para hacerse con el último grito de los moviles de tercera generación, ése que anunciaron ayer, que tal vez ya ni sea ésta la última y haya unas cuantas generaciones de gilipollas que por el camino hayan abandonado la poca dignidad que les quedaba sólo por hacerse con el aparatito que ahora toma video, te permite jugar a la consola o conectarte a eso de internet y no me haya enterado, la degradación consumista, como cualquier otra caida en barrena, también es un nuevo arma de uniformización que proponen las agencias de publicidad para ahorrarse el esfuerzo de ser originales, pues eso, tanta ira contenida para acabar como ellos, mi proposito de enmienda no me redime un gramo de mi miseria.
El reproductor de MP3, ahora voy a tratar de ahorrar mi penitencia, me cayó (literalmente) en las gradas del Palau. Parecía al mismísimo Paul Smith mientras trotaba paralelo a la Ría con el azote de Our Earthly Pleasures en los oidos. Ya tengo emepetrés.

martes, 26 de junio de 2007

PREFIERO EL PRALÍN.
Estaría muy bien todo eso del rizoma, un prologo excelente que debería, si no fueramos tontos y antes no nos hubieran hablado tan bien de NOCILLA DREAM, de ponernos sobre aviso de lo que se nos viene encima, si no fuera porque en el deseo de resultar original a Agustín Fernandez Mallo le pueden más las ganas que la intención de resultar interesante y entre su rizoma, las citas y las evocaciones científicas a ninguna parte al final la espesura apenas deja ver el bosque y uno termina mirando al rizoma con la misma indiferencia como lo haría a un bocadillo de nocilla, doscientas páginas después, como si los dos significaran lo mismo, uno de esos trozos duros con muy poca miga que condenas a un lado de la cocina con la esperanza de no volver a ver nunca más. Es lo que tienen las palabras polisémicas, las pistas forestales que en un momento del recorrido la mano del hombre convirtió en autopistas de peaje con cinco carriles a cada lado. Ahora se lleva eso de las semblanzas, la brocha gorda para diseccionar la realidad y toda la gilipollez imaginable para contar una historia desde la mitad y abandonarla media hora antes del desenlace, que te ahorra encontrarle una dirección, un mensaje, en fin, un sentido coherente al libro y encima eleva a la categoría de arte cosas que pasaron por tu imaginación hace más de quince años y cediste a la tentación de compartir, la leyenda imaginaria de los ídolos, Borges, el Che, el retiro de Fernando Alfaro en su gasolinera de Albacete.

jueves, 21 de junio de 2007

V CRESPO.
Voy a hacer justicia con el rincón de mi coach, él le quita hierro y dice que simplemente le queda a mano, cuando no me da lugar para ofrecer alternativas y me lo impone sin margen para llevarle la contraria, pero no es eso. V Crespo no está nada mal. A dos minutos de la Plaza 6 de Agosto, en Gijón, se puede comer muy bien. Y aun no he conseguido pagar.

miércoles, 20 de junio de 2007

CORRE MARCO, CORRE.
Viendo el documental de Canal+ que recuerda los veinticinco años del mundial de España, uno tiene la obligación de volver varias veces caminando al mismo punto de penalti del Bernabeu, como Tardelli, y visualizar hasta la extenuación la misma jugada, una y otra vez, evaluando las mejores opciones y cuáles fueron los daños que se cobró en todos este tiempo aquella decisión, si debería de haberle pegado con la derecha o de rosca, devolver el balón a la banda, si volvería a tirar raso como entonces.

No hay dos jugadas parecidas ni dos opciones a las que con perspectiva haya que juzgar con la misma complaciencia o crueldad. No hay una misma selección ni todos vemos en ese reportaje los mismos rostros que recordabamos de los cromos porque entonces la memoria colectiva era una premonición de un sentimiento que todos, Marco Tardelli también, ignorabamos cuando vimos marcar a Italia el segundo y nos descojonamos de Schumacher. Estuve en las gradas de El Molinón en dos partidos. Le preguntaba a mi padre por qué gritaba aquella gente, qué era el tongo del que hablaban, si era verdad que el arbitro de la final llevaba como decía mi peluquero la camiseta de Italia debajo de su uniforme.

martes, 19 de junio de 2007

LA HORA DEL JABÓN.
Hay sentimientos que sólo se conciben como respuestas, sólo hay compasión si antes hubo desprecio, la alegría va unida al sufrimiento o se concibe la felicidad dentro de una existencia marcada profundamente por el dolor o el miedo. Al Fary le entierran entre llantos de admiración y ternura, no hubo nadie tan grande, dicen, lástima que en diez años no recuerde elogios tan desmedidos para alguien que pasó una decada en silencio, tan calladito. Antes de que sea tarde y de que los que cuenten la historia escojan la fuente menos fiable para escribirla y conviertan la reseña frívola en fe cierta, que quede claro que fue Torrente quien recurrió al Fary y no al revés, que Segura no tenía ni un duro, que no le pudo prometer nada y que éste, dice mi novia, no quiso nada y que si cobró, fue sólo cuando la historia se confundió con los clásicos y comenzó a producir pasta sin medida, que allí había para todos.

Ahora toca escuchar al último mono recordar los primeros pasos en el taxi, su primer disco de oro y su lucha admirable contra el cancer que se lleva al Fary como si le conociera de toda la vida, no se hubiera partido con la serie de televisión o hubiera hecho la broma un millón de veces, eres más feo que el pobre Fary comiendo un limón.

lunes, 18 de junio de 2007

MIS FANTASMAS FAVORITOS.
Tiene un pase como parte de un ideario que mezcla cachondeo y trasgresión, pero a mí no me convence, que por mucho que Guillermo del Toro se empeñe en discutir lo contrario, sigo pensando que los fantasmas de verdad tienen que dar miedo y ser muy feos, que uno busca otra cosa cuando tiene ganas de soltar la lagrima y acude a convenciones más puras, pienso en Patrick Swayze, el hambre en el mundo, los prisioneros de guerra o media docena de hermanos huerfanos que recorren medio Africa como parte de un contingente de esclavos que muere sin llegar siquiera a su destino. Un fantasma que provoca pena es otra cosa. Los buenos son los que apenas dan la cara pero intuyes que a causa de un accidente de tráfico, una lesión congenita o el fatal incendio en la fundición tienen que esconder algún secreto horrible, algo que les apartó de una carrera de modelos que ahora persiguen de otra forma, repartiendo leña a esgalla, con un cuchillo kilométrico y esto sí que da pena, de la víctima que siempre escoge el camino equivocado o llega a destiempo donde casualmente no tenía que estar.

En FRAGILES el turno es el de la niña mecánica, ojo al nombre, una víctima de la artrosis empeñada en ser mala de cojones, amargar la infancia a un hospital en mudanzas, como dios manda, y cumplir con su papel. La pena la da Calista Flokhart. Pero a ésta no la veo trabajando nunca con Del Toro.

sábado, 16 de junio de 2007

TANGUETE.
Una mierda es lo que valen mis palabras al lado de la tristeza que ahora debe de sentir mi amigo. No hay consuelo para él y le entiendo. Sin Tanguete se le marcha un apoyo y un confidente, uno de los pocos vínculos afectivos serios que todavía le unían con aquel entorno que se dejó a la fuerza en Madrid y que apenas tiene la suerte de reencontrarse un par de veces al año, cuando le dejan, que cuando vuelve a Tanguete le han caido otras siete castañas más y siente que la frescura que le recordaba ya forma parte del mismo pasado en el que los dos dejaron hace tiempo de perseguir por las Ventas a las tías buenas que localizaban haciendo guardia en la garita, con una correa o una pelotita en la mano, gritando también el nombre de alguno de sus amigos a voz en grito. No es solo un perro. Todo eso se pierden quienes no puedan compartirlo. Lo siento, Oscar.

jueves, 14 de junio de 2007

NOS VAMOS AL PALAU.
Vuelvo a Barcelona siete años más tarde. Esta vez no me acompañan ni mi padre ni aquellos clasificadores con los que subí lastimosamente al avión, igual que un terrorista de Hezbola viaja por el cosmos agarrado a sus bombas y detonadores: no sin ellos, por favor, con las mismas ganas de que aquello se acabara para siempre. El tiempo se ha dejado luego por el camino los apuntes y mi padre es el primero en descojonarse cuando le cuento mi viaje y le recuerdo que hace siete años sobrevolé Barcelona con la precisión de una bombardero de la primera guerra mundial, si es que entonces existían armas de combate parecidas a los bombarderos y pilotos mancos o con tan poco acierto, amenazando tirar de la cuerda colgada al pecho si alguien no cumplía con mis órdenes. Hoy tengo dos entradas para el tercer partido y soy feliz.

Lo escuche cantar una vez a la Demencia, celebraban la clasificación para la final de la liga del 2004:

-ari, ari, ari, Iturbe Lehendakari!!!

-riau, riau, riau, nos vamos al Palau!!!

miércoles, 13 de junio de 2007

DE PUEBLO.
Cualquier revés acelera el aprendizaje y ofrece más luz sobre el asunto cuando se trata de dar respuestas rápidas y ofrecer explicaciones. Como por ejemplo, esas que aconsejan no precipitarse, no es hora de dar pronósticos, cuando el muerto todavía está caliente. Pero vuelvo de Vitoria con la sensación de haber sido testigo de algo importante. El partido se decidió muy pronto. En el último cuarto la gente empezó de repente a disparar a discreción buscando blancos inmóviles, primero fue Navarro, luego Boza Maljkovic, hubo recuerdos para Perasovic y una salve por los que se cayeron por el camino, esos que se piran sin ver recompensada tanta lucha y a los que les queda el consuelo de marcharse envueltos en una bandera, como Erdogan, o hasta las branquias de reconocimiento y éxito individual, como Scola, no creo que le veamos más con esta camiseta, al que le sale cuenta echar un vistazo a todas las guerras que deja en el camino. Y eso. Que da pena. Para el que ha sido uno de los mejores equipos de Europa en los diez últimos años, jode tener que seguir agradeciendo la permanencia en la élite como una especie de premio y armarse de resignación ahora que llega el verano a esperar el fin. En una parecida, cualquier catarsis en la sección de Madrid o Barca daría menos miedo, llegarían los fichajes y las promesas de titulos. Aquí, la cosa es distinta. Son muy grandes, pero también es verdad que son de pueblo.

lunes, 11 de junio de 2007

LOS AMIGOS DEL NIÑO.
La grandeza del lenguaje y la vitalidad del castellano les permiten caminar acompasadamente con los tiempos y llamar a las cosas por su nombre para que cada cosa signifique en cada momento lo que los tiempos quieren que diga. Es la única forma de perpetuar una lengua, lidiando con la trasnformación a partir de una tendencia al inmovilismo que no tolera bien los cambios. Hay palabras por las que no pasan los siglos y otras que hay que redefinir cada veinticuatro horas o darles un sentido según quien la escupa. Hace doscientos años quien hablaba de un amigo lo hacía con mesura para referirse a una persona cercana, de confianza. Era una palabra sin pliegues ni improntas negativas, o era bueno el amigo o entonces había que pensar en otra cosa para llamar a aquel fulano por su nombre. Luego pasaron muchas cosas, no sé a quien hay que colgarle el muerto, el caso es que el amigo se torció y empezó a tocarte las pelotas, a cogerte el coche sin permiso, el whiski del mueble-bar y a follarse a tu mujer desde la cercanía y la confianza que le daban esa posición primitiva que impedía que uno pudiera hablar de él como un auténtico hijo de puta. Los malos amigos no existen, son otra cosa. Los amigos de Paquirrín son media docena de piedras atadas al cuello con muy mala leche. Con amigos así se echa a perder el lenguaje.

domingo, 10 de junio de 2007

DEJARME DORMIR.
Me he levantado echándole un vistazo a la prensa deportiva de Barcelona, no quiero asumir riesgos innecesarios, asegurándome de que el gol de Tamudo no llegó en la prorroga de mi último sueño o que lo que escribí hace dos días no fue lastimosamente real. Aun quedaba una opción para la pesadilla, un sueño eterno de dos días que comenzara con aquella metedura de pata y terminara con una liga. Y no quiero festejar el empate del Barca como un trofeo que mi subconsciente me regala ahora que aun sigo dormido y lo puedo disfrutar después de tanto sufrimiento. Los sueños tienen esas cosas. Saben bordear el cartel de la verosimilitud sin desviarse de una ruta prevista que uno adivina, porque ni él mismo, a conciencia, la hubiera diseñado peor, con un fondo de certeza.

Ya estoy estabilizado. Dice EL MUNDO DEPORTIVO que ahora toca esperar el milagro, y como el niño perdido en el parque a quien su madre coge repentinamente del brazo y aprieta contra su falda, me siento más tranquilo. Ahora me pondré a pensar en Tamudo, en Laporta o en Van Nistelroy y le echaré un vistazo a la prensa de Madrid, un recuerdo para todos los fantasmas, van a tener que pasar unos cuantos años para volver a soñar una parecida.

sábado, 9 de junio de 2007

UNA DE TENERIFE.
Uno de esos momentos mágicos que todos albergamos en la vida, el día de la primera comunión, la primera boda con aquella tía tan petarda o la jura de bandera, pueder quedar superado por el olvido y la gloria que hoy espera a los que tengan los guebos de sentarse frente a la tele a comprobar si la felicididad es posible y si todavía queda un resquicio en la fatalidad para la alegría esa que parece que sólo está reservada a la gente del Barca. Aun recuerdo aquellas dos ligas, la indignación de no participar de aquella euforia. Uno se cansa de perder, de tener que pagar siempre las rondas porque nunca tienen suelto los cabrones, de ceder cien metros cada vez que una ofensiva te obliga a replegarte si no quieres pegar un puñetazo sobre la mesa y montar jari. Que pagen si quieren seguir bebiendo, que las culpas se repartan y que haya ligas para todos.

Para empezar propongo un reparto: que el Madrid le pase por encima al Joventut y fuerce el quinto partido. Para entonces tal vez Bullock haya despertado. Y que luego no tenga que volver a revivir el mismo trauma, no me cuentes otra de Tenerife. Basta con ganar hoy en Zaragoza.

viernes, 8 de junio de 2007

QUE ALGUIEN ME DESPIERTE.
Me he pasado el día entero esperando una señal, un timbre, un roce en la piel a la altura del brazo, el careto de Fred Krugger, para constatar que era todo mentira y que aquel sueño estaba durando ya más de la cuenta posiblemente a causa de una cena pesada o de una digestión que se perdió a eso de las 2 de la mañana, como me pasa otras veces, buscando una explicación al asunto, te levantas sobresaltado en la cama y das media vuelta agarrando con fuerza la sabana, te la subes a la altura de la cabeza y respiras hondo.

A eso de las ocho de la tarde, cuando tienes la certeza de que nadie te va a despertar y de que las peores pesadillas no incluyen a Fred Krugger en su trama porque el terror se acostumbra a disfrazar bajo formas bastantes más costumbristas y en mi sueño no quedaba espacio ni presupuesto para él, entonces piensas que lo que te queda de aquí a que termine el día es el final del sueño que nunca pudiste ver, es hora de comprobar si es tan malo el final como parece y si te pierdes algo realmente o si te lo puedes ahorrar la próxima vez que la cagues, que metas la pata de esta forma y te sientas como ahora, tan jodidamente mal.

jueves, 7 de junio de 2007

BROTE DE AGNOSTICISMO.
Dicen los que han pasado por allí y nos llevan un poco de ventaja al resto que la madurez se explica con fenómenos como éstos, algo traumático que eclosiona con fuerza en el pasado y proyecta en tu futuro inmediato un nuevo orden, se te cae la venda de los ojos y todo se ve con una claridad meridiana, como si un siglo antes estuviera escrito este día en tu calendario y todo lo anterior no sirviera para nada al lado de lo que te espera.

El caso es que debe de ser un síntoma vergonzoso de madurez lo que explique algunas cosas. Siempre es mas fácil recurrir a la madurez y a los biorritmos vitales que encontrarle un sentido más decepcionante a lo que emiten en televisión, por ejemplo, o a la cansina manera de trabajar de los guionistas de algunas series, cuando dejas de seguir la historia del personaje y en su lugar sufres con el rídiculo del actor y no hay forma de seguir eternamente instalado, temporada tras temporada, en la mentira.

Ya no me creo nada, empiezo a padecer de breves ataques de agnosticismo, que Vilches tenga tan mala uva, que sus hijos sean tan malos o que las lesbianas gocen o dejen de hacerlo en la cama, porque la sensación de que son todos gilipollas jugando a médicos no me permite desde hace media docena de capítulos seguir creyendo en lo primero.

martes, 5 de junio de 2007


CIRCULO DE ATRACADORES.

La evolución de las especies, millones de años pasando penurias, la necesidad, el ingenio y el euribor han multiplicado las clases de atraco por mil en los últimos años hasta conducirlo a una dimensión ilimitada donde ya no tiene sentido concebir el problema como una simple precisión semántica. Al principio serían los piratas. Luego, llegó el oprobio y el castigo. Alguien debió de pensar que para no vivir rodeado de piratas lo mejor era darle vía parlamentaria al asunto y buscarle un lugar en la sociedad, con ficha en la seguridad social y dos cojones, a caminar con la cabeza muy alta que no hay para tanto.Hay muchas formas de atraco. Desde la más rudimentaria a la que requiere destreza o formación. Pienso en las compañías de teléfono, las empresas aseguradoras, entramos en el terreno de las grandes sociedades multinacionales, el equipo de futbol de mi pueblo, el partido político, el sindicato, el colegio profesional, la puta casa informatica, las organizaciones de consumidores, la SGAE, los que piden contra las minas anti-personas, el sida o el cancer, y así que podría seguir hasta el infinito cuando me acuerdo del Círculo de Lectores, que ayer me pillaron a bocajarro, te acechan y te disparan de imprevisto, hay que ver cómo huelen la sangre. A todos ellos, por qué no me dejais tranquilo.

lunes, 4 de junio de 2007

MATANDO VOY.
Las mismas pruebas que libran al calvete de la silla eléctrica, la caligráfica y la dactilar, (que no haya dudas de quién es el asesino) son las que valen a Zodiac para sacarle un cuerpo a cualquiera de las mamarrachadas que hoy puedes ver en cartelera y darle un corte de mangas al tribunal de los justos que todavía se piensa que influye en alguien cuando escupe su sentencia. La primera, por buscar un estilo propio que no se conforma con media docena de trajes, una de Jimmy Hendrix y esa fotografía ocre que le da un aire aun más enfermo a Robert Downey Jr., y que se vea que todo esto pasó hace unos cuantos años, que sólo son la punta del pastel de la modernidad con la que Fincher traslada al presente un escenario transgresor con treinta años de adelanto sobre la moda prevista. La segunda, por el empeño en revelar anecdótico todo lo que pudiera parecer esencial y convencernos que la identidad del asesino, sus motivos o los aclaratorios créditos finales sólo sean un pretexto después de dos horas y media para que el tinte hepático de Robert Downey Jr. se someta al servicio de una empresa mayor. Que quede claro, ésta no es otra película más sobre asesinos en serie.