Quince años huérfanos de justicia son demasiado tiempo para manejarse con normalidad por el mundo. En todo este tiempo han crecido las disputas vecinales, la peña de Legalitas ha sido incapaz de controlarlas, las notarías se han llenado de gente confusa reclamando sus derechos y el quítame allá esta zanja que al principio se planteaba de forma correcta terminaba siempre con el trabuco en la nuca, abriendo los telediarios de las 3, a dos metros de distancia. Se acabó el penar de Junior por los platós de televisión pidiendo asesoramento a María Patiño sobre sus derechos sucesorios. Todos podremos a partir de ahora distinguir una preterición intencional de una desheredación injusta gracias a Tele5. Parece ser, voy a cruzar los dedos, que vuelve Veredicto.
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