miércoles, 7 de enero de 2009


LA SEMANA SANTA COMIENZA EN EL POLI DE LA ESCUELA.

Desde que Oscar nos persigue en navidad con sus partidos uno tiene la sensación de que la semana santa se adelanta unos meses y la cuaresma adquiere una dimensión deportiva que cambia las procesiones y los pasos por los polideportivos. No entiendo esa obstinación en humillarse, la verdad. Es tiempo de sacrificarse y callar, de arrugar la nariz y sufrir las agujetas en silencio y de pasarles la mano por la espalda a los chavales. Entre eso y que el domingo volví a La Cueva para ver el Piloñesa-Arguero hoy he vuelto a trabajar como si fuera Antonio Ferrandis.

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