EL TRASPASO: LAS LUCES
Se olvidan de los verdaderos beneficiados del traspaso, esos que ahora ya pueden respirar tranquilos. Olvídate del juego interior de los Lakers o de los problemas salariales y la enésima reconstrucción de los otros. Pau Gasol tiene motivos para estar contento. Pero a ver quién me devuelve a mí todo el tedio que me dejé viendo a Memphis, cuántos minutos de la basura juntos, la de cantidad de partidos de mierda que gracias a los programadores de sogecable hubo que soportar. Parece que ahora ya se puede decir sin tapujos. Ya no hay un movil comercial que se lo impida. Adios a la remontada imposible, a la indolencia de Stromile Swift, los ganchitos de Lorenzen Wright. Qué fue de Earl Watson, de Batiste, de Giriceck, de Gooden o de aquellos saldos que aparecían siempre en el mes de marzo a competir por ver quién tiraba más. Adios a Memphis. Mejor cinco años que no una docena. A ver quién hubiera aguantado la retirada de Gasol con esa camiseta. Y los programadores, erre que erre, dale con el interés general. Pero nadie habla de esto y me jode. Todos nos quemamos un poco en Memphis y en Los Angeles se vivirá mejor.
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