domingo, 2 de mayo de 2010

CUESTION DE OLFATO.
Las narices de Ginobili son una marca registrada de los playoffs de la NBA, como las canastas sobre el tiempo de Jordan o los triples de Robert Horry. El codazo de Nowiztky en el tercer partido de la serie ha vuelto a poner sobre el mapa a los Spurs y ha recordado cómo le van a tener que pegar de fuerte para dejarle en el camino. Mañana empieza la semifinal de conferencia que le enfrenta a Phoenix y él sigue empeñado en jugar con la tirita y evitar la mascara. No se siente comodo. Cuesta pensar que Cleveland no se lleve este año el anillo. Pero no es mala señal ver por estas fechas al argentino chupando cámara.

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