martes, 28 de abril de 2009



EL PERRO CHICO.
Se me olvidaba recordar que va a hacer casi una semana que despedimos a Angel en El Perro Chico. La vida es una sucesión de despedidas y una acumulación ordenadamente estratégica de sitios como éste que el camino te coloca para darte un respiro y hacer que cada vez que alguien se pire el trago, con un bacalao con berenjena y tomate o un steak tartare, sea más llevadero. Está en la esquina de Aretxaga y Marzana, al pie de la Calle San Francisco, a dos minutos caminando del Casco Viejo.

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