lunes, 24 de noviembre de 2008


UNA ECUACION DE SEGUNDO GRADO.
La carrera contra el tiempo se escribe a veces mediante cotas de improbabilidad y magnitudes tan dificiles de entender que los centímetros que separan a Martin Johnson de su paquete de delanteros serían la primera parte de una ecuación donde la variante a despejar hace tiempo que dejó de representarse con forma de equis y ahora todos buscan la manera de imaginársela, primero, y de ponerle cara, después. Entre Martin Johnson y Lawrence Dallaglio, por ejemplo, hay la misma distancia. Pareciera un problema de trenes que salen del mismo punto a la misma hora, de Inglaterra, a distinta velocidad. A ninguno de los dos les queda demasiado bien el traje. De la cabina de comentarista a la grada donde se sienta el seleccionador no hay espacio para trenes ni para meter al banquillo de suplentes, que incluso se podrían sentar juntos y ahorrar el espacio en Twickenham para ilustres. Hubo diferencia, en cambio, entre la manera de jugar de ambos y su carrera posterior a la retirada tiene sus propias incógnitas por resolver e invita a la reflexión a quienes se preguntan quién de los dos fue el primero en rechazar el cargo y quién cobra más y por qué, con otro problema de lógica. Cuál de los dos lo abandonará primero.

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