martes, 23 de septiembre de 2008


QUÉ GRANDE ERES, PISHA!
La coincidencia quiso que la Ryder Cup estuviera durante algún tiempo ligada a mis fiestas. Cada vez que llega el torneo recuerdo el vaso que me regalaron con una botella de Johny Walker que me compré con Enrique para uno de aquellos sábados de San Mateo. Por eso no es casualidad que me acuerde que la edición de 1.997 se celebró en Sotogrande. O que me caiga tan bien este tío. Que hay que tener arte hasta para regalar la pasta y no todo el mundo sabe vivir bien pudiendo hacerlo. A Guti le quiso zurrar un ex-boxeador a la salida de la Ciudad Depotiva. Lo dijo el Marca. Al Pisha alguien le debería de hacer un monumento.

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