lunes, 8 de septiembre de 2008


HÁBLAME DE LA TRANSICION.

El fervoroso y entusiasta compañerismo entre los españoles que se respiró durante los años de la transición no impidió que hubiera algún momento de cordura y que Rosa María Mateos se quedara con las bragas en la mano viendo al padre de Paquita tirarse al monte con la escopeta de caza, jurando odio eterno a Echanove. Y es que a mí no se me ocurre nada peor que tenerle de yerno. Como para meter los tanques en Sagrillas y reducir Cuentame, la transición y todos los rollos chinos coleccionables que vinieron después a cenizas.

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