martes, 17 de enero de 2012

TODO POR LAS MISSES.
Debería de haberlo pensado. Que los presentadores de la tele ni se crean ni se destruyen. Surgen de imprevisto y desaparecen un día para continuar su formación y resurgir años más tarde como si nada hubiera pasado. La historia le recordará presentando al medio día, hace veinte años, aquellos videoclips de los 40. Y recitando las ganadoras de una edición de Miss España al revés, comenzando (sin saberlo, claro) por las últimas. La asignatura pendiente de Jaime Bores es conjugar un verbo irregular y construir oraciones subordinadas de relativo. Está en ello. Que pudiera hacer las dos cosas a un tiempo sería la bomba. El resto? Lo tiene todo. Se equivoca mucho, sufro mientras le veo, no acierta nunca con las frases y alarga las palabras con una pronunciación rara, como con el deje de algún barrio pijo, a donde debe de volver a casa todas las tardes con mala conciencia, cansado de bregar siempre con esa chusma. No mancha ni molesta, porque eso sí, no se mete con nadie. Y tiene buena presencia. Una amiga mía estoy seguro de que mataría por dormir con él.

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