lunes, 8 de marzo de 2010

VEINTE AÑOS SIN ESCASSI.
Ahora se celebra cualquier cosa. Se ha cogido la costumbre de institucionalizar la fiesta los días de diario y ya pasa como en Mediamarkt o Eroski, que se cumplen aniversarios los días impares y no acaba de conmemorarse la efeméride que sea que empieza la otra. Me recuerda cuando en la escuela se hacía huelga por cualquier cosa. Si Irak invadía Kuwait, huelga dos días. Si era Estados Unidos quien invadía Irak, una semana. Joder, había que releer las resoluciones del consejo de seguridad para saber a qué atenerse. Me imagino a Sabino (o a Laje) subrayando con fluorescentes. En Tele 5 hubo un tiempo en el que se recordó diariamente la nochevieja. Como una celebración permanente de jubilo, donde todo el mundo ignoraba los motivos pero nadie dejaba de saltar, allí no paraba nadie. Eran especialistas en sacarse una gala de la nada e inventarse una excusa para dejar a Loreto Valverde en bragas o poner a Manolo Escobar cantando el porompompero. Y así durante años, hasta que las fiestas dejaron de ser noticia y se buscó conseguir la excepción precisamente por el camino contrario. Había fiesta si no bailaba nadie en la cadena amiga y le dejaban a uno terminar el día bebiéndose un whisky, con las zapatillas puestas y el Expansión sobre las rodillas, con calma y en paz con uno mismo.

Pero para lo de los 20 años se han recuperado las viejas costumbres de rendirse un homenaje a su manera, claro, con una fiesta aniversario y un programa de ésos que recupere la esencia primitiva de la cadena. Unos años antes y entre los comentaristas de I Love Escassi habría una silla para Juanito Navarro y Bertín Osborne. Ayer Rafa Mora hablaba de guarronas para referirse a las concursantes que se pelean por el corazón del jinete sevillano. Le acompañaban otros integrantes de un dream team de comentaristas cuyo principal mérito es el de haber sabido burlar con quiebros la carcel y los puños de las masas. Rafa Mora parece haberse comedido. Le dan un toque de vez en cuando y le hacen una seña si ven que la va a cagar y mete la pata con alguna de sus gracietas. Chulos y putas. De medio pelo. Una marca registrada. Escassi poniendo cara de seminarista y sus antiguos rolletes desfilando como si fueran los sellos de una colección incompleta, guardados en cajones, a los que nadie hace caso. Es el colofón perfecto, no puedo estar más de acuerdo. Un programa que circula entre el delito penal y el éxito. Ese ha sido siempre su sello de calidad. Un día rompes la audiencia. Al siguiente, es tu mujer la que te lleva unos pijamas a la trena.

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