jueves, 4 de marzo de 2010

UNA PIEDRA EN EL ZAPATO.
Recordaba Sebastián Alvaro el otro día que la busqueda de la felicidad comienza siempre por regresar al punto en el que una vez fuimos felices. O creiamos que lo eramos y ahora nos engañamos fingiendo haberlo sido cuando entonces no eramos conscientes de estar viviendo ese momento que la memoria nos presenta ahora envuelto en papel de regalo, mágico e irrepetible. Es lo que me pasa cuando escucho cada nuevo disco de Tachenko y pienso siempre en el primero. Que no sé si eran Amable o Mordekay las canciones con las que estaba alucinado o era el momento preciso en el que las escuché por primera vez lo que espero que vuelva a repetirse. Hay canciones buenas en el último. A lo mejor tengo que esperar otros cinco años para poder pensar en ellas con nostalgia.

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