martes, 3 de febrero de 2009

RAUL MADRID.
Esto a lo mejor la gente menuda no se lo imagina. Ellos se pensarán que las cosas siempre fueron así, que la historia de Raul empieza y termina con lo mismo, la sobreprotección del algunos medios y esos goles con la caña que le convierten en un jugador muy inferior a otros, siempre quejándose, como el Pipa Higuain o el holandés este nuevo que se traido Mijatovic, que parece guaperas y se las debe de llevar de calle. Pero hubo una época, y aquí empapizo, en la que Raul fue el más grande, su liderazgo condujo a este club a las cotas más altas y su calidad, y aquí reside el verdadero triunfo que le diferencia de otros grandes jugadores, le erigió en el motor de un vestuario en el que no compartió duchas precisamente con cualquiera. Cuando Higuain o algún holandés mocoso no tenían dientes, Raul ya las metía con la caña y decidía eliminatorias europeas. El record que acaba de batir se merece algo más que esto. Pero al menos esto es mejor que nada o que el silencio. Raul ya no es lo que era. Pero lo que fue no me impide reconocer a uno de los grandes y disimular su bajón de juego con un poquito de respeto.

No hay comentarios: