jueves, 17 de abril de 2008


SE NECESITA PANADERO.

No quiero ser menos que los doscientos blogs que recogen la noticia ni más que todos esos que a estas alturas ya casi se han olvidado de ella y ponen sus ojos en otra parte. Yo no puedo dejar de pensar en él. No hablo de lo de Golden State, condenados a seguir por la tele el playoff de la NBA, aunque dudo que para ello tengan que soportar a Loncar o a Ramón Fernandez. Hablo de Chema. Que se murió antes de ayer. Un día después le enterraron entre un cachondeo generalizado de carcajada y charanga y muy buen rollito, cómo molaba el Chema, que se debían de pensar que esto era otro numerito más de Barrio Sesamo, habría un fundido en negro y Lorenzo Llorón o Epi se empezarían a zurrar. No le veo la gracia al asunto, la verdad. El hombre que estaba unido sentimentalmente a la actriz que daba vida a Espinete (risas) murió después de una enfermedad fulminante (más risas). A veces la vida puede llegar a ser más cutre que un sketch de muchachada nui.

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