La acumulación de tareas asociada al deporte deriva normalmente en una concatenación de retos. Marino Lejarreta corría las tres grandes y todo el mundo lo celebraba. Ahora se habla de triplete. Con asiduidad se recuperan términos exclusivamente deportivos para darle reconocimiento a casi cualquier tipo de éxito, los cuatro grandes, la triple corona y el grand slam, y se guarda la memoria del que se ha dejado el alma en conseguir una meta para la que, al menos, se entrena a diario o invierte una gran parte de su vida, ésa en la que tiene que joderse a entrenar y hacer todo lo contrario a lo que le pide el cuerpo. Nunca me había dado por pensar que el mundo televisivo, tan propenso a mimetizar cualquier chorrada que provenga del deporte, hubiera terminado por importar también esta canción. Resulta que la telebasura también tiene sus triunfadores y no hay motivo para no imaginar sus propios desafios. Bea la legionaria hablaba de su participación en dos realities, justo al dejar la isla de supervivientes, como si recien hubiera terminado el Giro. Ahora va a resultar que a todos estos los vamos a tener que poner un sueldo y condecorar. Porque si Bea es Lejarreta. Entonces, quién es Niki?
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