viernes, 30 de octubre de 2009

OS MIRO. CHAVALES.
Que yo recuerde, envejecer nunca fue sinónimo de hacerse más listo. Nadie dijo nunca que la edad y la inteligencia guardaran una relación proporcional que echara años encima y toneladas de sabiduría al que resistiera al paso del tiempo. Es verdad que periodicamente se empeñan en lastrar la juventud de penalidades y defectos porque, esa es otra, tampoco creo que tener menos de treinta años te capacite para otra cosa distinta que no sea salir diez días seguidos de marcha o hacer el test de cooper sin rechistar. Pero lo de los viejos es un tema superado que es aplicable indistintamente al jubilado pensionista que al que todavía ejerce su magisterio y se piensa ingenuamente que aun posee licencia para todo por el simple hecho de tener más de cincuenta años.

Me vale como ejemplo el de Mercedes Milá. Sus artes son bastante comunes. Cada año que cumple lo acompaña de un bagaje que ella piensa que es inconstatable, un lustro luchando contra el franquismo o decadas de resistencia por de la defensa de la libertad de expresión y los derechos humanos (en Madrid o en el Tibet, es lo mismo) y confunde su experiencia con la nuestra, como si al creerse más lista se pensara ingenuamente que todos los demás no tenemos memoria o somos tontos. Milá fue siempre insufrible. Hace 30 años tuvo gracia verla expresarse con aquel desparpajo que hoy la evolución del medio ha reducido a cenizas. Rodearla de la muchachada de GH, colocarla en la tesitura de entrevistar al sub-30 que adolece de todos los síntomas de su enfermedad juvenil ha podido ser una de las causas. No le he hecho ningún bien creerse más lista que Fran el de Barcarrota, Nicki o Dani Sucio. Ni pasarse asiduamente por el quirofano. Para quien recita la cantinela de lo bien que envejece esta mujer y lo sabia que es, que le aproveche. Salidas de tono, intransigencia, nepotismo. Todo lo que veo de ella estos meses me sugiere la misma canción. La única opinión que vale es ésta. Coño, la mía.

miércoles, 28 de octubre de 2009

MANOS ARRIBA.
Cuesta hacerse un hueco en las noticias. Tienen que diagnosticarte un cancer en la carnicería o estafar millones de euros al país para poder contarlo. Ayer les hablaba a mis conocidos del notario de Torrevieja al que han pegado dos tiros en su oficina. Entraron a robar y al primer forcejeo se pusieron serios y le soplaron un cañonazo en el abdomen que le hizo desangrarse. Juan José Martinez Román se llamaba. Tenía 54 años y llevaba 20 de ejercicio. Los que escudriñan el escenario del crimen convertido en improvisado decorado del último vaquilla especulan con que se pudieron equivocar de víctima. Que solo había 400 euros en la caja fuerte. A estas alturas alguien debería de soplarles a estas lumbreras que de dinero efectivo, nada de nada. Por si aun queda por ahí algún atracador sediento de pasta. En las notarías todos los pagos se hacen mediante transferencias bancarias y cheques conformados. De nada.

martes, 27 de octubre de 2009

ME PIRO, VAMPIRO.
A ver si voy a ser el único que cuando ve canturrear a Sookie Stackhouse mientras baja las escaleras de su casa no resopla o cabecea. Que prefiere tenerla entretenida en clases de natación o haciendo galletas en lugar de verla perder el tiempo con vampiros. Vampiros. Que no puedo con ella y que no la entiendo. Ni sus decisiones de arruinarse bien la vida con un tío que ronda los doscientos años (eso sí, buena gente) que apenas vive a media jornada y al que no puede dar el sol. Ni su lugar en una serie que apuesta a que su protagonista femenina sea también la más apestosa.

domingo, 25 de octubre de 2009

PIMIENTITOS RELLENOS.
Parece ser que es verdad. Que se llevan las pelis con mensaje y que nadie me había avisado. Al menos esta no se anda con chuflas sobre astronomía. Su director, Alberto Rodriguez, se ha hinchado a repetir entre las frases promocionales que lo que se puede apreciar en After es lo mal que sabe envejecer el treintañero español, que no ve nunca el momento de volver a casa y que busca cualquier excusa con tal de retrasar la toma de decisiones. A mí me corresponde siempre el dificil papel de colocar las frases en su sitio o de completar la etapa promocional desenmascarando las artimañas que solo buscan llevar la gente a pagar su entrada. Porque aquí no hay treintañeros. Están Tristán Ulloa y Willy Toledo, que rondan los 40. Pero que interpretan a personajes que no se representan más que a sí mismos. Buenos curros, sueldos que te cagas, fiestas privadas donde las tías se pasean medio desnudas y despertares a media mañana sin consciencia ni responsabilidad. Del peterpanismo, ni rastro. Hay más de aquéllos adoslescentes que hace quince años se tomaban copas en el Kronen que de los que me pueda tropezar los sábados. El mensaje es inquietante, en cualquier caso. Willy Toledo termina su historia balbuceando al auricular del teléfono después de una noche larga. Suena de fondo Micah P. Hinson. Un lujo. Y Tristán y La Perra no acaban mucho mejor.

lunes, 19 de octubre de 2009

UN DÍA DE ESOS.
Hay días en el año, uno de esos, en los que parece que nada puede salir mal. Media docena. Amanece muy fresco y a las dos horas ves que hace un tiempo de puta madre y que el sol calienta lo suficiente como para que no te puedas enfriar. Coges las chaqueta y te la pones por encima. Te das una vuelta. El rape está cojonudo en el Jolastoki. Vas camimando al campo. Son todos buenísimos, los de tu equipo, y le ponen ganas y parecen muy buena gente, los del contrario., que es el síntoma infalible para presagiar que algo marcha bien. El lateral derecho es una maquina. El que tira las faltas le pega como dios. Aunque pierdan, piensas convencido, esta gente se merece acabar la liga por arriba. Debajo de nosotros, claro, que es que somos buenísimos. A Preciado? Un monumento. Oye cómo juega el negro, te repites una y otra vez. Hay días como esos, media docena, en los que disfrutas viendo Estudio-Estadio y te ríes con lo que dicen Rivero y Pedrerol. Llego a casa al trote, pensando que aun me quedan otros cinco.

sábado, 17 de octubre de 2009

JUGÓN.
Hay una finísima relación entre los recuerdos y el tiempo. Hoy siento que he perdido la mayoría de aquéllos momentos ahora que me entero de que Andrés Montes ha muerto y de que su figura pertenece desde hace unas horas al mismo pasado en el que amontonaba hasta ahora sus recuerdos. Cientos de retransmisiones y un puñado de anécdotas que siempre tendré en mente cuando vea un partido o pise un restaurante. Queda su actitud frente a la cámara y su manera de ver la vida. La que deja con poco más de 50 años. No era tan mayor, pienso. Recuerdo sus apuntes desde el Polideportivo Magariños a mitad de los 80, sus viajes con el Madrid en Copa de Europa. Y sus retransmisiones de NBA, claro, con Daimiel, que le trajeron la popularidad y la gloria y le ocultaron el porvenir que le aguardaba esperando, tres años más tarde, con todas las facturas que su personalidad injustamente le iba a hacer pagar. Era un fantástico narrador y un pésimo comentarista. O al revés. No sé lo que vio en él La Sexta cuando lo fichó. Odiado y admirado a partes iguales, he leido esta mañana. He perdido momentos que hasta ahora mismo pensaba que ni siquiera me pertenecían. Y me siento además muy triste y tremendamente viejo.

lunes, 12 de octubre de 2009

EN LA LUNA DE VALENCIA.
Ya era hora. Una peli con mensaje. La gente explota de alegría. Amenabar me gustaba más cuando se esforzaba por parecer intrascendente y no trataba en sus películas de explicar con tanto boato dos mil años de historia o de aficionar al público a la astronomía o a las tareas con barro. Hypatia era una mujer con carácter, algo así como Maria Antonia Iglesias, que se hacía cruces cuando tenía que lidiar con cristianos, judios y paganos y nominaba, en semanas alternas, a unos y salvaba a otros, y sacaba tiempo además para turrar a sus esclavos y formular super-teorías. Para esto no hacía falta este tostón ni gastarse cincuenta millones de euros. Los que ya sabíamos eso de que la historia se repite, por eso mismo. Porque no necesitabamos de nadie para recordárnoslo. Y los otros, porque creo yo que pueden pasarse otros dos mil años esperando.

sábado, 10 de octubre de 2009

NOBILISIMO.
La grandeza de cualquier premio lo miden siempre la calidad de los competidores. No valen lo mismo los Tour de Indurain que los de Armstrong. Hasta ahí podíamos llegar. Por eso el Nobel que le han dado a Obama tiene tantísimo valor y puede estar el tío tan orgulloso, que cuando piense en los que se han quedado por el camino se le soltarán las lagrimas.

Yo tenía otros candidatos:

-Violeta Santander: la tía a la que zurraba su novio mientras el Profesor Neira intercedía en vano por evitarlo.
-Profesor Neira: pagó su valentía con una año en la cama y secuelas evidentes.
-Violeta Santander/Profesor Neira (ex-aequo): la candidatura conjunta, lo saben hasta los moros, divide siempre las opciones y provoca una diaspora de votos de la que probablemente Obama se haya beneficiado. No estaría mal ver a los tres juntos en una foto (a Violeta no le sienta mal el rimel negro y las doctor martins) escenificando la concordia de no poder evitar quererse todos tanto.
-Guti: ayer se soltó la lengua en el Marca: ser humano, futbolista y cristiano (por este orden) que todos estabamos esperando.
-Iker Casillas: un tío modesto y sanote que llegó hasta el final con opciones.
-Joan Laporta: mesías incomprendido.
-Pep Guardiola: es que no puedo hablar más claro ni más cauto.
-Laporta/Guardiola (ex-aequo): la candidatura conjunta, lo saben hasta los moros, bla, bla, bla. No me imagino, en cambio, a Laporta haciéndose una foto con el Profesor o con Obama. Acabarían a ostia limpia y tendrían que devolver el premio.

viernes, 9 de octubre de 2009

EL VERTEDERO DE SAO PAULO.
Estoy hasta el rabo de los criterios clasificatorios de los cds y dvds. De esos que te llevan a perder media hora en buscar uno concreto, ése mismo, el que nunca encuentras, porque el tío del café y la lumbrera más pérfida de la tienda han tenido la brillante idea de putearte y joderte bien la vida, que si no te has visto las de Bergman (por cierto, las del sueco son siempre las únicas clasificadas que se encuentran bien) y leido los libracos de Terenci Moix, qué vas a saber tú de los géneros ni de gaitas. Por qué vas a diferenciar un drama de una de suspense. O una bélica de una histórica. Sobre todo porque raro es que las de guerra no estén basadas en hechos reales. O las de suspense tengan, un poquito, algo de misterio o acción. Podría ser peor. En el Corte Inglés ordenan las novelas por editorial. Lo cual ya es la repolla. Con lo que deduces que a los grandes almacenes estos no les interesa una mierda venderte un libro. Hay casos difíciles. Parece que el soul no es música. Un día alguien abrirá en una estantería una etiqueta trasnochada de post-rock. En el FNAC de Bilbao los tenderos son unos vaguetes que además apenas ponen separadores con cada grupo. Buscate tú uno de Magnetic Fields. Una locura encontrar nada. Bastaba con que el orden alfabético nos echara una mano. Algunos se deben de creer Truffaut colocándolos. Cada vez que me paso me pongo del higadillo.

Y luego se quejan de que no venden. Anda y que os jodan bien.

miércoles, 7 de octubre de 2009

CONEXIÓN ASTURIAS.
Supongo que toca recordar a Emilio Tamargo por todo lo que representó y no por lo que fue. A mí aun me quedan los rescoldos de aquélla prejubilación retardada donde confundía los ciclistas y luchaba contra el silencio, haciendo equilibrios por no quedarse callado y hablar del tiempo. En una etapa del Tour o en la visita del Papa a Covadonga. Sería injusto valorar su trayectoria por sus pifias junto a Angel Maria de Pablos y no detenerse en lo que hacen estos días los que le conocieron, su calidad humana y los guebos que tenía que ponerle para hablar bien del Sporting y disimular sus colores. Porque crecimos con el cuento de que no era del Oviedo. Pero todos lo sabíamos. Y ahora, con su muerte, la banda sonora de todos aquellos años donde compartía escenario con Maxi Alberto Rodriguez, José Luis López del Valle o Fernando Losada, todos nos sentimos un poco más viejos.

lunes, 5 de octubre de 2009

JESUS KNOWS ME.
No me puedo quitar de la cabeza la idea esa de que si a lo mejor me da por hacer el nota de aquí en adelante, pongamos diez o doce años, una semana o una noche, y lío una bien gorda, me cago por la pata en un autobús, le rompo la cara al alcalde inútil de pueblo, cruzo la frontera con una tonelada de farlopa o abuso reiteradamente de un parvulario entero, alguien pueda un buen día reclamar espontaneamente mi defensa y colgarse de la camisa una chapita como ésta.