Resacón en Las Vegas no es la puta mierda que su título podría hacer pensar. La verdad es que no está mal. Tampoco una obra maestra, aunque seguro que a finales de año esta es la típica peli que a los críticos, admiradores de Kim-Ki-Duk y Todd Solondz, les gusta incluir entre sus preferencias para tirarse el rollete ese guay y dárselas de enrollados, que a ellos también les molan las pelis intrascendentes y que con una historia tan tonta y cachonda como ésta, piensan ellos, tambíen hay mimbres para destrozar a todos los directores que, como Todd Pihillips, no han podido hacerlo antes. La distancia entre la mediocridad y la excelencia no debería de ser tan tenue. Todos deberíamos de contribuir por cavar una zanja más amplia y aprovechar para tirar al hoyo a los que tuvieron la ocurrencia de distribuirla con un título tan gilipollas. Los mismo que antes hicieron lo mismo con Viaje de Pirados o Dos colgaos muy fumaos. Y consideraron que American Pie debería de quedar tal que así.
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