Igual que es imposible hacer una secuencia de acontecimientos y discernir si la gallina o el huevo llegaron primero, lo de la foto de las hijas y sus dramáticas consecuencias no responde necesariamente a este orden ni se explica en un proceso cualquiera causa-efecto. Todo es más complejo. Como la misma foto, los análisis posteriores sólo ocurrieron después por pura casualidad. Pero también pudieron haberse vomitado antes. Produce verguenza ajena escuchar a Pilar Cernuda o a Miguel Angel Rodriguez. Nada me sorprende en la puesta en escena de Losantos. Ni encuentro nada original en el discurso responsable de su demagógica majestad (Insustancial dixit) Jorge Javier Vazquez, pidiendo respeto a los medios (toma ya!!!¡¡¡) y exigiendo responsabilidades. Se ha repartido leña a diestro y siniestro y hasta Robert Smith o Tim Burton y los orcos de la tierra media se han encontrado a media tarde, sin quererlo, con una vela bien gorda en este funeral tan cutre. Todos han hablado porque han querido. Se visten de negro y se hacen fotos con famosos porque les da la gana. Son bien chungas, la verdad. Pero el problema bien gordo es de los que no tienen nada original que decir y calcan diariamente sus respuestas. No me quiero ni pensar lo que habrá dicho Enric Sopena.
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