sábado, 26 de septiembre de 2009

ATRAPADO EN POZOBLANCO.
Telecinco ha recuperado esta semana uno de sus géneros preferidos. Coincidiendo con el nosecuántos aniversario de la muerte de Paquirri se ha currado unos especiales que ha procurado diferenciar de los de otras veces (no hay que olvidarse que la muerte de Paquirri está aun presente en la sociedad española y no porque su huella indeleble sea imposible de esquivar, sino porque cada quince días alguno de los especiales de la cadena amiga se encarga de recordárnoslo) pues eso, que ha buscado distinguir con una película que reproduce tan fielmente como le ha venido bien todos aquellos hechos.

Si en veinticinco años nadie hubiera recordado a Paquirri o se hubiera preguntado por su herencia, la cosa hubiera tenido su gracia. También la hubiera tenido si en todo este tiempo nadie hubiera visto en un plató de televisión a Barbara Rey. O no se hubieran emitido antes doscientos especiales como éste glosando las fechorías de Carmina Ordoñez. Todo revive momentos que recuerdas haber pasado antes. Como si la vida de Paquirri fuera un pozo inagotable de reflexiones (nadie se pregunto cómo puede ser que dos de sus hijos se llamen igual o si al cuarto pensaba llamarle Cayetano) o una asignatura obligatoria de la ESO.

Dando vueltas a la plaza. De la enfermería a la ambulancia. Atrapados en Pozoblanco durante veinticinco años creo que se llama la pelicula.

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