NO TENGO TIEMPO PARA SER MODERNO.
Gracias al persistente y motivado espíritu de RDL de moverme de mi espacio hacia donde ellos quieren, he podido descubrir que hay un montón de grupos nuevos que vienen pisando fuerte, de esos que prometen reducir lo anterior a un montón de cenizas esparcidas cuyos restos no va a poder nunca rescatar, de malos que eran, ni la madre que los parió. La madre es RDL y como no suele ser normal en estos casos localizar un foco creador tan creativamente espontaneo de una manera tan ritual a uno le entran las dudas. De si serán tan buenos como dicen. De si los anteriores fueron una patraña que solo existieron haciendo tiempo mientras llegaban éstos. Y apenas conozco a cuatro o cinco, Remate, Grande-Marlaska y Kiev Cuando Nieva y no sé porque, pero lo intuyo, es que apenas me queda tiempo para escuchar el resto, no puedo dedicar lo que me queda de vida en hacerle la ola a los ciclos y a intentar vivir permanentemente en uno de esos oasis de modernidad.
Me llevó dos páginas de reflexión comprender por qué Bandwagonesque era un disco tan bueno y nadie hablaba de Grand Prix ni de Teenage Fanclub cuando yo pensaba que estaban en su mejor momento. Los ciclos son una mierda.
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