jueves, 18 de noviembre de 2010

SUPERVIVIENTES.
Ana Blanco gana más que el director de RTVE. Para empezar, vaya. Que quién es Ana Blanco? Porque esa es buena. A esta tía, cuya principal virtud es hacer ostentación de su principal defecto, incluso presentando informativos, nadie la espera al mediodía y nadie la echa tampoco de menos. Ni mancha ni traspasa. Lleva desde los tiempos de Indurain presentando el telediario y resiste los cambios de gobierno y los ramalazos de su dirección sin inmutarse, algo de lo que sólo pueden presumir los que son la caña de esto (una especie que aun desconozco) o los que viven sospechosamente del cuento. Los supervivientes.

Tiene menos delito, según se mire, comprobar que su sueldo es el mayor de los presentadores, pero que no se diferencia mucho del que se llevan otras que tal bailan. Porque tienen el espejo suyo para mirarse o porque lo que pretenden es perpetuarse en el sillón recitando noticias, andan muy cerca María Casado o Ana Pastor. Lo de Pepa Blanco, que saltó de presentar los sucesos de por la tarde a los desayunos de la Primera debe de tener una explicación previsible. Me la suda que Matías Prats tenga dos pisos y un bajo o salga los fines de semana a navegar. Si tenemos que recortar gastos y separarnos de griegos o irlandeses, empecemos prescindiendo de los presentadores.

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