EXPEDIENTE IKER.
He sido un creyente entregado. De los que se compró las nueve temporadas en dvd y supo distinguir los capítulos de Kin Manners de los de Rob Bowman, apechugó cuando a Duchovny le salió del pito pirarse y resistió hasta el final, subido a la barca, cuando ésta se hundía. Fran Perea podría haber protagonizado alguno de aquellos episodios, estudiando COU, que me hubiera dado lo mismo. Había algo fervoroso en todo aquello, pero también una decisión bien racional, la de ver en Expediente X una de las mejores series de la historia. Y a lo mejor esa es la verdad aterradora que ahora propone Chris Carter. Que nada vive al margen de la fe. O que para ver con los mismo ojos Aida, Brigada Central o Los Serrano también son imprescindibles las mismas dosis de devoción y entrega.