martes, 10 de junio de 2008


OTRA VEZ TÚ, MINISTRA.
Nostradamus tuvo que haber previsto esto. Que al hilo del cambio climático y los chochos migratorios que confunden a las aves, una ministra comenzaría a fustigar el lenguaje y a pasarse las reglas más elementales del español por la entrepierna. Todos sabíamos que esto pasaría. Fue el único en imaginarse un futuro donde sólo hubiera sitio para Denis Quaid y se pasó por alto esta y otras barrabasadas. Porque como un eslabón más que continua hacia el infinito sería la única manera potable de justificarla. Sus decisiones o sus políticas igualatorias de igualdad son una cosa muy distinta de las que es exclusivamente responsable. Genero neutro.

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