domingo, 19 de junio de 2011

SI PARECEN ZOMBIES.
Ahí van algunos ejemplos. Interés decreciente. Que lo tienes o lo pierdes. Ignoro que pasó con los presos que se fugaron en Prison Break. Subieron todos a una lancha (o a un furgón, no recuerdo), detenidos inverosimilmente al mismo tiempo, y me despedí de ellos con desdén. Puedo vivir sin saber de la niña repelente Ana Paquin y de sus rolletes imposibles con vampiros. Que la jodan bien o se acueste antes del amanecer me trae sin cuidado. Hubo un momento en el que Mary Louise Parker me producía interés. Ella y Olivia Durham. Luego empiezas a mezclar los nombres de los personajes con los de los actores y te sorprenden todos los síntomas juntos: coraje, desapego emocional y olvido, por este orden. A los supervivientes que se mueven como pollos sin cabeza por The Walking Dead no les auguro una vida mucho más larga. Por mí, como si la hubieran palmado todos en el centro de investigaciones del que no debieron salir. Me pregunto que me pueden contar en la segunda temporada que me interese y primero me acuerdo de todos los anteriores buscando la respuesta que me haga olvidar la sensación que me dejan mientras escapan entre fuegos artificiales y cadaveres frescos. Me lo decía todo el mundo. Mirate los dos primeros capítulos.

No hay comentarios: