martes, 28 de junio de 2011

NOLE ESTÁ TRISTE.
Su cara le pone eso mismo a la derrota. Hay que joderse. Era uno de los jovenes más prometedores del continente en su puesto, derrochaba carácter y aseguraba años de gloria y todo eso y entre todos han terminado por desquiciarle. La temporada ya está hecha. No hacen falta más análisis para iluminar el fracaso. Sólo queda margen para poner remedio a uno de los despropósitos más grandes que la sección y arreglar el desaguisado. Ya es decir. Dicen que Pablo Laso cuenta con él. Yo hay cosas que no entiendo. Media Europa se lo rifa y acaso una razón oscura pueda justificar la monumental chapuza. Messina le hacía jugar de tres. Tiene que ir dando pasos en su progresión, aseguraban convincentes. Jugó dos meses de puta madre y a continuación se hartó a calentar banquillo y alimentar rumores que, mientras el juego interior provocaba risa, le colocaban alternativamente en Panathinaikos o (como la semana pasada) Barcelona. Aun no he escuchado la frase concluyente que diga lo que los aficionados piensan. Una rueda de prensa expiatoria de culpas. Ningún responsable hace un ejercicio de autocrítica y pide perdón por los daños causados. El tio lleva dos años sin jugar y va a ser duro recuperarlo. Será que a lo mejor no tienen ni idea.

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