Buena gente. Cercanos, entrañables, abiertos, un poco torpes pero directos. Desprendidos, orgullosos, preocupados por dejar que se vea rápido quién paga las rondas. Cariñosos, no escatiman muestras de afecto. Así somos los asturianos. Sencillos, buena gente. Amantes de lo nuestro. Y siempre dispuestos a no escatimar esfuerzos tontos por patrimonializar el primer resto, a miles de kilómetros del punto más próximo, de lo que pueda tener algo que ver con nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario