jueves, 28 de agosto de 2008


MICEBRINA. UNA AL DÍA.
Marbury, Iverson, Wade, Lebron, Carmelo, Jefferson, Marion, Stoudamire, Duncan, Boozer y Okafor. Este era el equipo ese de mierda que los yankis habían presentado en Atenas. La verdad es que no sabía que la mierda pudiera madurar tan rápido, desconocía el proceso de maduración, ni que la mierda madura se convirtiera de pronto en otra cosa, tal vez oro, y dejara de ser mierda, que parece ser que es lo que todo apunta que era. Gingko Biloba para la mala memoria. Todo era cuestión de actitud, como decía Pepe el hijoputa. Y eso mismo era lo que todos intuíamos. Pero entonces, que no me cuenten películas, ya estaban todos.

martes, 26 de agosto de 2008


PATRIMONIO NACIONAL.

Parece ser que esto se nos da de puta madre y que somos un ejemplo para todo el mundo, el civilizado, aquel en el que pasan cosas de éstas y hay gente sin escrupulos y con tiempo para imitarnos y reaccionar con tanta entereza ante la adversidad. Porque España es un país que lleva muy bien las tragedias y saber apretarse los machos cuando en lugar de la fiesta toca lo otro, se baja el volumen de la música y se oye a un cantaor, echarse unas lagrimas y untarse de luto. Se nos da como nadie compadecernos de los demás y hartarnos a repartir sentimientos baratos e ideas imbeciles, absoluciones masivas, partidos de homenaje, galas benéficas y tertulias creadas ad hoc, qué detalle más tierno, donde durante horas podemos escuchar a los expertos con más tiempo libre del país adornando el asunto con las opiniones más tibias y descabezadas. Nadie se pregunta cuánto tiempo llevaban el piloto jubilado, el ingeniero aeronautico o el experto en fabricaciones de tuercas de motores de avión esperando el momento. Todo parece preparado. Y después de la publicidad, damos paso al especial de Identity.

jueves, 14 de agosto de 2008

QUIERO MI DIPLOMA.
Aquí tienen una nueva categoría olímpica. El tiro al programador. Me voy de vacaciones con nueve entradas de grabaciones en el dvd y la esperanza de que si vuelvo y encuentro media docena, el terminal digital continua encendido y no se han saltado los plomos ni una sola vez, voy a sentirme como si fuera Michael Phelps.

miércoles, 13 de agosto de 2008

TREINTA TEMPORADAS MÁS TARDE.
Una serie tan cotidiana no puede tener un final ni dar un carpetazo con un viaje a Paris ni con uno de vuelta a Nueva York. Los problemas no se crean ni se destruyen. Se transforman los caprichos y las preocupaciones, cambian los rolletes de Samantha y los zapatos de Carrie, pero no me creo que el final feliz con el que se cierra la sexta temporada sea eso, un final que no preceda a otras treinta que recojan más de lo anterior. Que el único motivo por el que el capullo de Mr. Big termina con la chica sea la coyuntura del momento. O que Smith ya no seguiría vivo de haber aparecido en los primeros capítulos y nadie, ni Samantha ni nosotros, nos acordaríamos de él.

A veces hay que contemplar la realidad con perspectiva y no quedarse en un compartimento estanco donde entran cuatro dvd y no hay sitio para todo lo que en cambio me puedo imaginar. Big volvió a las andadas y le continuó dando mala vida. Alguien así nunca cambia. Los secundarios y los cadáveres siguieron apareciendo: Richard, Aidan, Berger y el médico de los Knicks. Y estoy casi seguro de que ninguna de las cuatro protagonistas fue feliz.

martes, 12 de agosto de 2008


REINAS DE LA PISCINA.

Las modas te dejan recuerdos de saldo y los recuerdos vienen acompañados de imágenes borrosas que uno luego no sabe si soñó o pasaron realmente. Una relación recíproca. El tiempo siempre produce monstruos que a cualquiera con sentido común o decencia le harían exiliarse o evocar en público unos mínimos votos de arrepentimiento. Yo me habría pirado de España, por ejemplo, si hubiera llevado la tirita que media selección lucía orgullosa en la nariz durante el mundial del 94. Nadie se acuerda de la espada de Indurain ni de los calentadores que llevaban hace veinte años los jugadores de baloncesto. Y si no fuera por la ristra de medallas que pronto se colgará del cuello, Michael Phelps tendría que romperse los guebos para explicarles a sus nietos que la cagada del bañador no fue idea suya y sacar del cajon todos los periódicos que entonces aseguraban lo que dentro de un par de olimpiadas y media docena de modelos más sofistificados y rápidos después sonará a coña. Que era verdad lo que decían. Que no era broma que la NASA estuviera detrás de todo aquello.

jueves, 7 de agosto de 2008


EL ESPIRITU DE SERGIO SAUCA.

La planificación de los JJOO y que se disputen cada cuatro años da tiempo a que uno se preparé a conciencia para estas cosas y como el deportista subvencionado que se recluye a entrenar, también yo lucho a diario para llegar a la cita olímpica con los cepelines como piedras. Con una paciencia infinita y con los biorritmos mansos a prueba de lo que sea. Que lo que sea es un enorme tragadero en el que vale todo y que las televisiones retransmiten como si fuera una romería de prau. Quedan veinticuatro horas. Para asistir al mismo espéctaculo bochornoso de siempre. La angustia por las medallas tardías. Los primeros éxitos son celebrados como gestas y a los que se cuelguen los metales primero que se preparen para las entrevistas tontainas de Sergio Sauca o Maria Escario, portada en informativos y semblanzas rápidas. Luego los éxitos van perdiendo interés. El judoka de la primera semana, lo tengo comprobado, pesa más que el piraguista de la segunda, al que cada vez se presta menos atención. Aparecen los comentaristas que no han visto un arco en su puta vida ilustrándonos del tema. Y por si fuera poco también Jesús Alvarez pasaba por allí para comentar la vela y hablarnos de las categorias que no interesan a nadie y de la pretemporada del real madrid de las españas y de todos los santos. El Rey se desplaza a China. Las infantas llevan un mes de compras por la capital, pero nadie habla de los escarceos puteros, de los deportistas que se resbalaron en las escaleras del hotel y no llegaron ni a competir ni del rollo entre Escario y una nadadora bielorrusa. Que todo este putiferio empiece ya. Que ya estoy listo.

miércoles, 6 de agosto de 2008

SOIS LENTOS DE COJONES.
Lentos drogadictos hijosdeputa. Las iniciales las altero para que suenen mejor, poniendo el énfasis en lo primero, y porque me sale de los cojones. A DHL España le propongo incluir en su fantástica plantilla de seguimiento de paquetes la información on-line de cuándo el repartidor se mete por una dirección prohibida, se pilla una torrija a la hora de comer o se fuma un cohiba con Oliver Stone. Y le sugiero también cambiar los repartidores por burros y deshacerse del servicio de atención al cliente. Que siete días para llegar a Bilbao desde Vitoria lo hacen un burro o una botella tirada al río y encima no hace falta nadie que a estas alturas te recuerde lo gilipollas que eres.

martes, 5 de agosto de 2008

LANGOSTAS REVOLUCIONARIAS.
Me tropecé por casualidad con el documental de Oliver Stone sobre Fidel Castro y por segunda vez me surgieron las dudas de si no habría sido mejor que el documental lo hubiera rodado el barbudo para contar las andanzas en la isla del director y no al revés. Entonces podríamos entender mejor las motivaciones subjetivas y los pretextos del enfoque y a lo mejor habría quien incluso podría compadecerse del que se pasó posiblemente un par de semanas en la isla echando polvos y drogándose en abundancia y llegó exhasuto al rodaje. Todo hubiera sido más divertido que escuchar las reflexiones chochas de Fidel. Antes un viaje por los burdeles y el contacto con langostas, traficantes y putas que el recuerdo senil de esa revolución que pasa a quinientas órbitas de una ilusión alucinógena en una noche de farra y de su casa con piscina.

domingo, 3 de agosto de 2008


QUIERO MORIR EN UNA DISCOTECA LLENA DE MARICAS.

Por este orden, Javi me desveló el nombre del nuevo novio de Sarají. Y luego escuché en directo a Montañas y a Los Punsetes. Lo hice con la cabeza en otra parte, la incredulidad de escuchar los éxitos de mis amigos no era mayor que la del nuevo novio. Y uno busca consejo en las canciones, un redoble de batería, y ahora me he resignado y pienso que ni todas sus canciones juntas, las de los dos grupos, ni todos los disfraces de Ariadna en fila de a uno habrían previsto una respuesta motivada para explicar sin descojonarse todo esto. El tío es bajo, calvo y cabezón, pero los debe de tener muy grandes. Lo natural es desconfiar. O una polla grande o un cerebro diminuto. Joder, Ariadna. Yo también quiero morir en una discoteca llena de maricas.