miércoles, 14 de julio de 2010

LOS HIJOS DE GARCÍA.
El prestigio desmedido no es ninguna sorpresa si el afortunado es hijo de famoso. De acuerdo. Rodrigo García ha hecho más méritos que el resto. Está claro que el tío no es Terelu Campos o el hijo de Joaquín Prat, aunque luego la simplificación clasificadora termine metiendo en el mismo saco a todoquisqui y se corra el riesgo (viva el riesgo!) de alimentar una buena colección de prejuicios y complejos. Pero tampoco hay una filmografía o una extensa carrera profesional previa que avale tanta tontería. Que sí. Que es culto. Y que parece que tiene buen gusto. Dirigió (lo dicen en la cola de la compra) varios capítulos de Six Feet Under y The Sopranos. A Rodrigo García habría que juzgarle a partir de ahora por todo lo que hace y separar si se puede, cuando se haga el proceso, el polvo de todas esas chorradas como la de tener que ver a Naomi Watts cabalgando sobre Samuel L. Jackson y que dan ganas de llorar. Su última película se llama Madres e Hijas y confirma muchos de los buenos presagios que hablaban de él como un tío sensible y con historias que contar. Recupera a Jimmy Smits y a Anette Benning. Un lujo para los meses de verano.

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