sábado, 23 de enero de 2010

YES. WE CAN.
Podría ser peor. Obama podría tener también su avatar. Juantxo Lopez de Uralde podría calzarse un toruk de ésos y salir volando, oficiando todo la trisca y repartiendo leña. La gente habla raro. Una fantasmada convierte una historia en una película de niños. Su acumulación indiscriminada hace de cualquier pelicula una chiquillada para fantasmas:

1.- Mola más el pajaro de colores. De acuerdo. El abuelo del abuelo tenía uno, le dijo la chica. Y mi amigo tenía una Harley. El momento en el que pasa del pajarillo suyo y lo cambia por el otro es primo-hermano de alguna escena de El último samurai que no recuerdo bien, pero en la que pensé aborchonado cuando le vi saltar.
2.- Son azules y diferentes. Hablan una cosa parecida al euskera que dicen en los informativos de tele5 que ya se enseña en las universidades americanas y que pronto tendrá una legión de admiradores que conversarán con naturalidad sobre las subprimes y la champions en na´vi. Y habrá pegatinas, libretas de anillas y archivadores y el dvd tendrá hasta media docena de ediciones diferentes, una de ellas con ocho discos de ocho horas cada una, que simbolizarán los ocho anillos del bosque de las ánimas que bla, bla, bla, una serie limitada de 90 euritos que se venderán como porras con chocolate.
3.- Y escuchas a James Cameron aventurar que habrá segunda parte y lo entiendes todo. Podremos mejorarlo? Seguramente.

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