Ni Teodosic ni pollas. Cuando el serbio casi no había nacido, hace cosa de veinte años, todos queríamos ser como Martin Donovan. O como los protagonistas de las películas de Hal Hartley, que siempre tuvo una mano especial para hacer que aquellos tarados que salían en sus historias resultaran atractivos y terminaran siempre con la chica. Donovan no hizo después nada que preste. Papeluchos por los que nunca será recordado. Siempre arrastrará el estigma del tío amnésico de Amateur o de marido cornudo en Flirt. Entre otros. Ahora reaparece como estrella invitada,(cuándo lo fue?) agente de la DEA y compañero de cama de Mary Louise Parker, todo junto, en la segunda temporada de Weeds. Que no termine muy bien es otra historia.
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