jueves, 30 de septiembre de 2010

AQUEL INCENDIO.
Son tan variables estos conceptos. Que sea Cándido Méndez el puto amo para medio país. Y que para otros lo sea Messi. O Rafa Mora. Y que yo piense convencido de que la expresión existe porque alguien la inventó esperando que algún día llegara alguien parecido a James Murphy y se acabara el invento. Cosas de la lengua. Haciendo el tío siempre lo que le da la gana, prometiendo la jubilación a los 40 (toma Cándido!) y dejando como despedida un epitafio perfecto, su último disco, por si alguien se lo cree. Lo de antes. Siempre podré decir que una vez lo vi en directo, cuando aun era grande, rivalizaba por el puesto con todos los anteriores. Y comenzó su actuación tocando uno de los temas del primer disco de LCD Soundsystem. Y luego otro. Y otro. Y otro...

miércoles, 29 de septiembre de 2010

SERVICIOS MÍNIMOS.
A los sindicatos se la pone dura todo este tema. Cada uno empalma con lo que puede, qué se le va a hacer, y los hay que prefieren montar huelgas y llenar huecos de pantalla antes que tomarse una caña o bajarse tranquilamente la última escena de Jayden James para Elegant Angel. Los piquetes estaban hoy de fiesta. No daban abasto, repartiendo leña. Mezclaban las imágenes en el telediario de uno de esos informativos tan majos que aseguraba estar allí pedagógicamente, de buen rollito, con las de los que tiraban huevos al autobús de la EMT. Y todos empalmados. Los que contrastaban la información del seguimiento y los que quemaban contenedores en Barcelona en plena celebración orgiástica, frustados de que no se monten circos como éstos a diario. Aun me falta por ver la cara sádica de Cándido Méndez (cada día me cuesta más quedarme con los nombres de los sindicalistas) persiguiendo el orgasmo. Plagiando esloganes chungos o reviviendo octubre del 36. Vosotros os lo perdeis. Lo otro, quiero decir.

sábado, 25 de septiembre de 2010

HAN VUELTO.
Hace más de una semana que vi en directo el espectáculo de Faemino y Cansado y aun recuerdo algunos de los chistes que cayeron en aquella hora y media como si fueran nuevos. No sé puede hablar más en menos tiempo, salíamos diciendo del teatro. Hasta hace media hora no me había vuelto a la cabeza lo del crucero. Ayer recordé la historia de los hijos-murcielago. Y cuando estoy comprando el pan o en el baloncesto y pienso en lo de potar fuera de contexto les doy la razón. Como un goteo incesante de ocurrencias que cuesta digerir en un espacio tan corto. Por eso sus actuaciones deben de ser cada vez más dispersas. No hay tiempo para disfrutarlo todo.

lunes, 20 de septiembre de 2010

ESTRELLA INVITADA: MARTIN DONOVAN.
Ni Teodosic ni pollas. Cuando el serbio casi no había nacido, hace cosa de veinte años, todos queríamos ser como Martin Donovan. O como los protagonistas de las películas de Hal Hartley, que siempre tuvo una mano especial para hacer que aquellos tarados que salían en sus historias resultaran atractivos y terminaran siempre con la chica. Donovan no hizo después nada que preste. Papeluchos por los que nunca será recordado. Siempre arrastrará el estigma del tío amnésico de Amateur o de marido cornudo en Flirt. Entre otros. Ahora reaparece como estrella invitada,(cuándo lo fue?) agente de la DEA y compañero de cama de Mary Louise Parker, todo junto, en la segunda temporada de Weeds. Que no termine muy bien es otra historia.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

EL PUTO TEODOSIO.
No vale decir las cosas a destiempo. Hay que hacerlo cuando toca. Que si puedes adelantarte a los demás tiene más mérito. Por eso no queda bien venir ahora con el cuento de que Teodosic no es tan bueno o de que el tío está sobrevalorado. Aunque lleves meses (años, imposible) pensándolo y aunque de verdad te lo creas. Que el triple que nos clavó desde nueve metros y nos mando para casa no es fruto de la genialidad. Sino de una decisión precipitada muy mal tomada que tuvo a todos los santos yugoslavos rezando de cara. Y que eso. Que no es tan bueno. Camina de mala gana, todo muy medido, esa barba de cuatro días, las fintas de pase y esas poses. Mide los movimientos pero apenas repara en que mucho más importantes que sus cuatro miraditas son las jugadas con las que luego se deciden los partidos. Y ahí el tío, indiscutiblemente, estuvo como el culo.

La gente se afanaba por hacerse fotos con él. Facturamos el equipaje justo al lado de la selección serbia. Hubo un momento en el que yo también pensé en sacarme el movil de la bolsa y hacerme una posando con el tío, abrazaditos los dos, para cargarla en el facebook. Pero nada. La gente es gilipollas. Le da lo mismo hacerse una foto con el tío que nos meo en la cara que con el secretario general de la OTAN. Luego lo comentaban. Me ponían del higado. Porque está claro que la jugada y el mundial aun me duelen.

Si soplas a favor de corriente y dices de Scariolo lo que piensas, malo. Si lo contrario, mucho peor, que jubilas al italiano y lo tienes en la banda para la olimpiada de 2034. A España, esta selección, bien pensado, lo mejor que le puede pasar es que la historia termine recogiendo su lugar en el campeonato por esa jugada y se olvide de los arranques mentales de Ricky o la inoperancia de medio equipo para pasar de la ronda de cuartos y explicarse a gusto. Volvimos a donde solíamos. Nunca hay espacio suficiente para las razones cuando se pierde. Cuando se gana es otra cosa. Se habla de cambio de ciclo y se recuperan los post que florecían en la primera fase de Varsovia hace un año. A la mierda. Los extremismos y los sueños inocentes. Esos de ganar de veinte y repetir campeonato, si puede ser jugando bien, mucho mejor.