ESPIANDO A CANET.
Hay veces en las que te tropiezas con alguien sin querer, subes la escalera al mismo tiempo, cruzando el paso de peatones o en la incomoda cola del paro. Parece que Guillaume Canet se hubiera propuesto entrar en mi vida de repente y le faltara tiempo para enseñarme al mismo tiempo su catalogo de primavera y me obligara a escoger las películas que le reclaman. Como si no hubiera un futuro que me dejara tiempo para verle haciendo sus pinitos como espía, agobiado entre rusos y franceses, jugando a las pistolas con gafas de pasta y cara de circunstancias. O criticar sus peliculas como director, las dos que conozco (No se lo digas a nadie y Pequeñas Mentiras sin importancia), tomándole el pulso a su carrera sin tener claro si esto es de verdad lo suyo, ahora me mola el cine negro, ahora os voy a dar una de colegas para que paseis el rato. El Caso Farewell ha sido el descubrimiento que necsitaba para escribir de su relación con Marion Cotillard o del perfil que ya no se esconde y pide a voces ser descubierto. Dirigida por Christian Carion. Que aprenda.
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