martes, 25 de octubre de 2011

MI AMIGO ES ACTOR.
Está claro casi siempre. Los concursantes de Gran Hermano hacen bolos. Los suben a una furgoneta y se creen que son una banda de rock consolando a sus fans. Se toman unas copas en una discoteca y se fabrican una realidad imaginaria que normalmente suele terminar como el rosario de la aurora, dos o tres declarando en los juzgados, cargos de conducción temeraria o violación. Eso los de Gran Hermano. Los de Mujeres y Hombres, lo mismo. Asa Akira rueda para Bangbross. Los jugadores de futbol se machacan en los entrenamientos. La pregunta es qué ha hecho Sergio Peris Mencheta en todo este tiempo. Entre película y película. Porque doce años son la polla. Podía tener una carrera irregular. O no tenerla y tirarse el rollo ese de que ha estado estudiando en Nueva York, junto a Gonzalo Miró y Elsa Pataki, trabajando para una compañía de teatro o vendiendo roscas en el rastro. Paso de mirar en wikipedia y que me desmienta lo que pienso. El mérito suyo es que habiendo rodado cuatro bodrios todo el mundo lo recuerda. Es verdad, dice alguien por allí. Hizo una junto a Carmelo Gómez hace diez años. Ahora aparece convertido en el Capitán Trueno como si nada. Ayer mismo estaba poniendo copas en el CBC.

martes, 18 de octubre de 2011

MI HIJO ES DIRECTOR.
Tienes un hijo que se dedica al cine. Metido en ese mundo, ya sabes. Le has escuchado decir que no le va mal, dirige películas. Ya no le preguntas. Para qué. Apenas le prestas atención y cuando lo haces no entiendes mucho lo que hace, casi todos los títulos en inglés, actrices desconocidas, nunca estrena en el cine del pueblo, empiezas a dudar que sea decente todo lo que hace o que llegue a triunfar. Un día un amigo te pregunta por su filmografía y no le sabes responder. Métete en wikipedia, creo que le dices: anal frenzy; anal inferno; hard anal love; anal pornsluts; big anal beauties; busty anal beauties; rectal fuckfest; anal overdose; california anal girls; anal starlets. Dejas de leer. Sigues leyendo un poco más. Llamas a tu amigo, que resulta que es el padre de Mike Adriano y te descojonas y le dices que es verdad, hay que ver lo bueno que es tu hijo, hizo bien en dejar lo de FP que estaba estudiando, que hace unas peliculas preciosas.

jueves, 6 de octubre de 2011

OTRA DECADA QUE SE CIERRA.
Voy a contar una historia de esas de la posguerra. De cuando el Marca valía cuarenta pesetas y nadie hablaba de los derechos de las televisiones ni de las injusticias arbitrales que ahora sufre el Madrid. Entonces era todo lo contrario. Los resumenes los daban en el Estudio-Estadio, dejaban siempre los del Sporting para el final, ni el Madrid ni la selección se comían una rosca y el resto de deportes ocupaban curiosamente un digno lugar al final de la revista, el Don Balón, que tenía incluso un hueco para hablar de los americanos de la ACB o revivir el triunfo del Atletico de Madrid de balonmano. Ya sé que eran otros tiempos. Porque aunque el Don Balón se publicó durante otros treinta años más mi recuerdo se congeló aquellas tardes en las que bajaba a lo de Angel Mayor a descubrir ansioso el poster central o las puntuaciones mensuales que evaluaban a los jugadores y configuraban el equipo ideal. No sería la mejor revista. La recuperé para la Notaria hace un par de años y ahora me entero de su cierre. Y me da pena. Porque ya no respetan ni los derechos de las televisiones ni la historia y su desaparición adelanta la moda que nos espera. La de sacrificar el rigor informativo en beneficio del mangoneo y la superficialidad. Y la de cargarse los pocos recuerdos buenos que nos quedan.

miércoles, 5 de octubre de 2011

KATARINAHISSEN.
No tiene nada que ver con la casualidad. La casualidad son otras cosas. Tropezarte en un puticlub con tu jefe o lo de las historias de Julia Roberts. El caso es que El Premio es una de mis películas favoritas. De siempre. La ponían en la tele y me quedaba embobado viendo como puteaban a Paul Newman. Crecí obsesionado con el inexpresivo rictus de Darani y con el encanto de Elke Sommer. Hay un grado de voluntariedad forzada que impide hablar de casualidad a que el sábado haya comido en el restaurante del Katarinahissen, el mirador que domina la parte sur de Estocolmo, al pie de Soderlmann, desde donde el escritor que interpretaba Newman acabó zambuyéndose en las aguas del Báltico. Hay unas vistas espectaculares, puedes subir en ascensor o hacerlo por detrás de la colina, a través del Mosseback, que es una plaza que se llena de flipadillos los fines de semana. El restaurante no está mal, Erik Gondolen se llama, pagas por las vistas y por darte el capricho de imaginarte a Andrew Craig caminando por sus mismas escaleras, antes de recibir el Nobel. Yo estuve allí, podré decir cuando la vea.