miércoles, 30 de marzo de 2011

PECADILLOS.
Aquí siempre se ha robado. Unos más y otros menos, nadie ha dejado de meter la mano por educación o moral o por una simple cuestión elemental de buenas maneras que tuvieran que ver con aparentar lo que no se era en absoluto y a nadie importaba un carajo. Faltaría más. La diferencia es una cuestión de magnitud. Se perdió la medida cuando se tomó la decisión de robar a espuertas, con descaro, conscientes de que la sociedad había llegado a ese punto perfecto para el chorizo en el que podía perfectamente asumir como natural que el político, además de inútil hijo de puta, también fuera eso mismo, un chorizo. Por eso no deberían de sorprender series como ésta. Crematorio se llama. Donde se retrata el fenómeno urbanístico y se pasa revista al país. De la Edad Media se hacen películas de cruzados (salvo Vicente Aranda, claro, que encuentra siempre el pretexto sadomaso necesario para ver en los Reyes Católicos los protagonistas de algún gang bang). De qué se van a hacer películas ahora? Por delante de la maquina pasan todos. Desde el concejal al sepulturero del pueblo. Todos consentían con el mangoneo. Unos porque sacaban tajada. Y otros esperando pacientemente el momento para beneficiarse de él. Un putiferio. Pepe Sancho está comedido, en permanente mala ostia. Salen rusos malísimos y también crees ver entre los protagonistas a los vecinos del segundo, gente muy normal, a los que nunca imaginaste incapacitando al tío del pueblo por un piso en la costa o llegar a casa cargados de bolsas de basura.

lunes, 28 de marzo de 2011

CLASIFICACIÓN: CINCO APUESTAS SEGURAS PARA NO SORPRENDER (I).
Hay pocas cosas tan seguras como la muerte. Eso y que si en cualquier película hay algún papel para Sean Bean, ya tenemos las cartas marcadas, que ya sabemos a quien le toca ser el malo. Antes el cine encasillaba a los actores para algo. Los que vienen ya no se molestan en ser originales.

1. Sean Bean. Lo malo no es que haga el idem. El problema es cuando quiere pasar por bueno y responsable y durante dos horas de película el prota se vuelve loco buscando el culpable. A caballo, al volante de un descapotable o como piloto de avión. Tan dificil es? Lo tienes delante.

2. Peter Sargsgaard. No actua solo. Normalmente hace trabajos en equipo con Sean Bean. Suelen aparecer juntos. Haciendo el mismo papel. Destripando anticipadamente los finales. Nunca va de cara. Raro será que lo veas sacando pecho a la camara, presumiendo de lo malo que es. Se trata de enrollar con la tía protagonista, gana sibilinamente su confianza, le tapa los pies con una manta y luego te la mete por la espalda. Tan dificil es que no trabajen juntos? Los tienes delante...

3. Jennifer Aniston. Cuando Meg Ryan salió del quirofano echa un fiambre, supo que venía su momento. Lo único que la separa de la inmortalidad adolescente en la que encarnará papeles intrascendentes haciendo el chorras es que le dé por emular a aquélla y le de por tirarse al botox o a la droga. Ha caido en gracia (Brad Pitt tiene algo que ver con esto) y si mantiene sus labios y sus pómulos intactos aspira a ser la víctima perfecta de los dos primeros.

4. Ashton Kutcher. Todavía está en la universidad. Camino de superar a Alejo Sauras y Fran Perea. Sería perfecto para un posible remake usa de los Serrano. Mientras le buscan un rol que encaje mejor con su edad, puede seguir sacándose nuevas titulaciones, formaciones profesionales, posgrado. Terminará por creerse más listo de lo que es.

5. Drew Barrymore. La tía fea de la familia. Acaba de estrenarse en el papel y le quedan cincuenta años por delante. Nos la quisieron meter por guapa cuando daba pavor mirarla. Ahora que ya ejerce de lo que realmente es temo que nos vamos a hartar.

domingo, 27 de marzo de 2011

UNA VEZ HERMANOS.
Me he respigado viendo Once Brothers (Hermanos y Enemigos, en su traducción al español), el documental que recupera la relación entre dos jugadores yugoslavos de baloncesto, Drazen Petrovic y Vlade Divac, separados por la guerra. El tema no es nuevo. Tampoco la manera facilona de abordar el asunto. Divac tiene todo el derecho del mundo a contar la historia cómo le salga de la polla, ya que para eso alumbra la idea y pone la pasta para sacar adelante el documental y se le deben permitir las licencias innecesarias con las que se pasea por la historia. Tampoco es Michael Moore, cuidado. El caso es que dan respigos, sí. Me duele ver los pormenores de una historia que nunca imaginé y recuperar los rostros de sus protagonistas, veinte años más tarde, marcados por la huella de la desgracia y del tiempo. Eran todos muy buenísimos. La caña. Cada uno más. Croatas o serbios, da lo mismo. Nunca se habló en 1.990 del incidente de la bandera. Salen Bill Fitch o Clyde Drexler, increible. Adelman asume la responsabilidad exclusiva de los pocos minutos que Drazen disfutó en Portland y en un momento del documental, cuando pasea taciturno por Zagreb, camino a la casa de los Petrovic, un amable croata le recuerda su papel en la historia y llama carnicero a Divac. Baloncesto y política. Curioso. Y un documental para contarlo, mucho más. En la foto que descansa junto a su lápida se ve a los dos abrazados, en la celebración de las últimas canastas que compartieron bajo la misma bandera, ajenos a lo que a cada uno aun le quedaba por delante.

martes, 22 de marzo de 2011

AHORA, GADAFI.
Todo el mundo tiene una foto hecha con Gadafi. Era como el disneylandia aquel de la política, donde escoges el famoso que prefieres y te pides la foto, que no había entonces político que no viajara alguna vez a Libia a por unas garrafillas de gasolina y de paso se hiciera la foto souvenir con el dictador. Como la excursión por la sala de trofeos del Bernabeu o la visita al Congreso. Peor que una foto es una invitación de boda o un tratado bilateral de cooperación. Todo el mundo tiene una foto vestido de camisa azul. O un padre que fue ministro con Franco. Ahora tododios vende armas a tutiplen y no tiene en medio Africa dictador con el luego se pueda pelear sin exponerse a que alguien se lo recuerde. Y todos quieren lo mismo. Todos salvo Llamazares y los del BNG. Moverse por el planeta quemando aceite. Se olvida muy pronto la foto o el tratado y se subvierte la realidad con un soplido tenue, como el que aparta cuatro pelos de una mesa, esperando que nadie se acuerde de aquello. Los cajones se llena estos días de documentos comprometedores. Al fin y al cabo, te consuelas, todos se han hecho la foto y, como tú, fingieron ser felices en el preciso instante en el que se la hacían.

miércoles, 16 de marzo de 2011

NO TE ENTUSIASMES TANTO.
Con lo que está cayendo en Libia y Japón, lo que son las cosas, apenas nadie se acuerda ya de la serie de Jorge Sanz. Sí, aquella misma. Recuerdas como se llamaba? La del canal plus. Duele pensar que nadie tengo un ratito para acabar el día con Jorge Sanz en la cabeza. Fantaseando con la escena de Valentina. O la de Amantes. Que no quede una carpeta o una habitación sin un misero decímetro cuadrado esperando por él, donde colocar una foto suya, o un jersey donde hacerle un hueco a un pin. No te hablo, por consiguiente, del mundo del bussiness, el espectáculo y esas mamadas, donde antes estarán pensando en llevar al cine la historia de los mineros chilenos y algún remake de alguna serie española sobre la guerra civil. Luego, ni te cuento la segunda parte de la regla de tres. Lo que debe de pasar por la cabeza del pobre Jorge. No sólo te recuerdan despertándote en una sofá o en el primer peldaño de alguna escalera, después de meses sin cobrar, con un orzuelo en el ojo. Ponte a rodar media docena de capítulos más para que el mundo se quede con otra idea tuya, se olvide de una vez por todas de Larry David o, que coño, que por lo menos se acuerde periódicamente de ti.

martes, 15 de marzo de 2011

VENGAN LOS JETILLAS: EDUARDO CRUZ. UN COMETA EN EL CIELO.
Estamos siendo testigos de un acontecimiento excepcional. De los que ocurren cada ochenta o noventa años. Como los cometas o los eclipses totales que se ven con gafas 3-D a medio día, cuando te estás tomando una caña en el bar y sales y de repente es de noche. Pues lo de este chaval es igual. Un día no lo ves. Y al día siguiente, en menos de 24 horas, sin tiempo para cogerse un autobús o hacerse un hombre de verdad, que se ha sacado nosecuantos discos y que es la pera. Canta como los angeles (habrá que oirlo, eso es otra) y lleva el talento adherido hasta en la punta del capullo. Y encima es hermano de Penelope Cruz y de la otra, Monica, que también es hermana de la primera y como éste último han conseguido todos abrirse paso a pesar del pesadísimo corse que supone para un artista el apellido y los prejuicios. Ahora parece que ha superado una nueva cota y se está tirando a Eva Longoria, con gorro y todo, en plena caida libre, aun en estado de shock. En el buscador de google aparece como el primero de los Eduardo de la lista. La subida de la semana? Que dices, Fernandisco. De la decada.

lunes, 14 de marzo de 2011

NO ME HABLES DE REACTORES.
La fatalidad ha querido que los reportajes en Asia-Pacífico (de donde es correponsal hace unos meses) le sorprendan a Almudena Ariza como caidos del cielo. Es un decir. Vienen al continente de todas partes, por agua y tierra, y no dejan que la tía se tome un respiro. La ves a pie de cuneta, testigo del tsunami, haciendo cálculos, como si fuera el sorteo del niño, para ver donde va a caer el próximo. No ha escogido mala zona. Lo dicen los expertos del tema, que ahora salen como las culebras en los días de agosto, cuando hay nube, hablando de energía y sostenibilidad. Si cobra por noticia se hace de oro. De otro manera, lo de ser reportero es lo que tiene. A Rosa María Calaf me la imaginaba tomándose un wishky con algún japonés de un hotel de alguna cadena importante, al lado de Bill Murray, escuchando el sonido de un piano. Ahora enciendes la tele y la ves a ella, hablando de reactores, pronunciando con dificultad los nombres de los pueblos desolados que han quedado para nada. Habla el coordinador de IU. Explica él también lo que sabe de reactores. Me acuerdo de la canción de Richi y la encajo en la noticia como la piel de una de esas culebras, como si se tratara una banda sonora.

domingo, 13 de marzo de 2011

LOS CHICOS ESTÁN BIEN: LA FAMILIA QUE MOLA.
Cada año nos vienen con el mismo cuento. Pasa el tiempo y pareciera que las historias se repiten y que no queda lugar para meter algo de originalidad o frescura en lo que llega a los cines. Se multiplican por dos las películas nominadas a los Oscar y se divide por la misma cifra la cuota real de calidad o ingenio. Se aprovechan de ello. De que la progresía demanda periódicamente (cada mes de febrero) una historia de ésta light que no haga daño a nadie y de que no hay películas suficientes, no nos engañemos, que los grandes estudios tengan para cubrir la lista de candidatos. Porque no se trata de que las madres sean lebianas o de que los chinos vivan hacinados en un almacen, calentados a duras penas por estufas de saldo. Las variantes son mínimas, cada vez más imperceptibles dentro de la solidez de ese discurso que se han currado en los últimos años, moldeado con desgana entre la mediocridad y el hastío. De Los Chicos están bien se salva el papel de Mark Ruffalo y un par de gracietas. No funciona como comedia porque el tono es muy alto. Y cuesta pensar en la historia de esta familia desestructural, que será como Lisa Cholodenko convenció a los productores para meterse en este jardín, como un drama creible.

viernes, 11 de marzo de 2011

MOLINOS Y GIGANTES.
En nueve de cada diez fotos Ettore Messina aparece con gesto de enfado. De mala ostia. No sé el recuerdo que guardará el siciliano de su paso por Madrid. Pero el que nos queda a los que lo esperabamos durante tantos años con tanta gana y asistimos atonitos a la noticia de su dimisión y le vemos ahora marchar, entre cuatro excusas de mierda, como si nada, es parecido. De bronca permanente. Contra los jugadores, sus incomprensibles decisiones y contra el mundo. Ha pasado ya una semana desde que saltó la noticia. Desde entonces, muchas ocurrencias y comentarios interesados. Lo de siempre: los que antes le daban caña en la prensa ahora buscan culpables a su marcha. Y los que lo mismo, pero al contrario, pues eso, que el ciclo de Messina en el Real había terminado.

Las palabras repetidas se convierten en un discurso. Desarticulado. Pero un discurso. Se habla mil veces del interés en competir y todo ese rollo y hay gente que termina creyéndoselo. Nunca se han diferenciado suficientemente bien los conceptos. Será por el dominio de la lengua que a lo mejor se debería de pedir a cualquier entrenador del Madrid, no es lo mismo ganar que competir. Ni tampoco intentarlo que conseguirlo o aparentar esfuerzos en vano por lograrlo. El Madrid ha competido siempre, hasta ahí podíamos llegar, incluso en Europa, en los peores tiempos de Imbroda y salvo puntuales excepciones, se ha medido contra cualquier equipo como le permitían las cicunstancias. En esta sección siempre hubo figuras, jugadores mediocres, tíos conflictivos, americanos de saldo y gente deprimida. Algunas veces coincidían en proporciones distintas y se ganaba una liga o te eliminaban en la ULEB sin bajarte del autobús. Cuando se viajaba por carretera, claro. Ahora es otra cosa.

Se ha multiplicado por cuatrocientos el presupuesto y se ha fichado lo que se ha querido. Esa ha sido siempre la impresión. Se descartaron jugadores. Se hicieron apuestas arriesgadas y se arruinaron las seguras hasta convertirlas en fiascos. La realidad empujó a competir, esa palabra, en una realidad alternativa por donde transitaba el Barcelona, he perdido cuenta de las palizas, y se bajó el listón para no convetir en fracaso lo que resultaba un deber inexcusable, ser segundo o llegar a un final apretado contra el Meridiano Alicante o el Blancos de Rueda para aparentar lo que durante año y medio no se consiguió, ser un buen equipo.
Los resultados no deben de impedir ver el bosque. De vaivenes. En el juego y en los despachos. Nadie se preocupó de que se pirara Maceiras. Ni dio ningún valor a la llegada de Juan Carlos Sanchez. El discurso principal, el deportivo, padeció siempre de los mismo volantazos. Se arruinaron a Velijkovic o a Kaukenas. Se precipitaron fichajes que luego se quitaron de en medio sin pudor. Lo último es lo de Garbajosa. Pero están Vidal, Bullock o Reyes, sin orden de importancia. Nadie tiene muy claro su papel en esta función y no disimula tampoco en que no pueda evitarlo.

Y ahora, qué? Se queda Molin. Dicen que todo es cuestión de pasta. Que vendrá Pepu Hernández. Y que se repetirá la misma historia porque de lo que se trata parece ser que es de eso precisamente. De cambiarlo todo para que todo siga más o menos igual y cuando llegue Messina a la Caja Mágica haya pancartas pidiendo su vuelta y alguien fantasee entonces con lo que el italiano hubiera podido hacer si le hubieran dejado, se habrá olvidado todo y ya nadie se acuerde de sus pirulas y sus desplantes. Nunca antes un entrenador había dimitido en esta sección. Ferrandiz se marchó cansado. De ganarlo todo.

miércoles, 9 de marzo de 2011

VERANEANTES.
No se había hecho todavía ninguna película como ésta. De las de la guerra civil, a patadas. Pero de éstas, no. Nada de nada. De los veraneantes que llegan al pueblo cada mes de julio a liarla gorda, se dejan ver con las guapas del lugar y se hacen amigos, que también farda, con los golfos del pueblo. Toda la vida hubo de esto. Los madrileños, decía un amigo mío por aquí. Era verlos y se volvía loco. Otra perdía el culo cuando les vislumbraba la matrícula. Se decía que eran unos jetas porque se aprovechaban de eso mismo, de vivir muy lejos y no tener prisa por pasarse por ventanilla a pagar las multas, las de velocidad o los embarazos esos no deseados. Como en la peli. Gracias a Primos me he enterado de que Sanchez Arevalo pasaba sus veranos en Comillas. Y que tampoco es un mal director de comedias. Ya salen las referencias por ahí, que si Blake Edwards, que si el otro. Los veraneante ya tienen gracias a él su película. No me esperaba nada malo.